A las 2:44 de la tarde del miércoles, Luis Alberto García y Adriana Garcés bajaban, en ascensor, del piso 12 del Palacio de Justicia, en el centro urbano de Cali.
Se montaron pero no sabían que solo unos segundos antes se habían bajado seis personas que, en el ascenso, al llegar al cuarto nivel, sintieron un traquido. Ellos alcanzaron a sonar la alarma. Así lo contó un abogado laboralista quien dice que la activaron, aunque era un sonido muy bajo, no hubo intercomunicación ni respuesta.
El administrador de empresas Luis Alberto García.
Archivo particular
Álvaro León Barros, una de las víctimas.
Archivo particular
Pero respiraron porque la cabina se abrió en el octavo piso. Todos siguieron el resto de su recorrido a pie, por la gradas,
El descenso de los esposos García Garcés, el orfebre Álvaro Barros Vigna, la abogada Nayibe Rodríguez, Bernardo Rincón Quintero y Hernán Lozano Badillo no tuvo el mismo destino porque el aparato se desprendió desde el sexto piso.
Los Bomberos alcanzaron a recibir una llamada de las personas atrapadas y se dirigieron al sitio. Allí fue el desplome.
García, quien fue teniente de corbeta de la Armada Nacional y que era administrador de empresas de la universidad del Valle, murió por lesiones en la cabeza y las piernas.
Su esposa, enfermera pensionada, sufrió fracturas y heridas que la mantienen en la clínica Imbanaco. Los familiares y amigos viven esa doble tragedia.
La junta directiva de la Asociación de Comercio Exterior (Adicomex), a través de su directora ejecutiva Gloria Lucía Villegas, expresó sus condolencias a la familia de García, quien prestaba servicios integrales de comercio exterior a exportadores e importadores.
La pareja estaba en el Palacio de Justicia por una tutela que elevaron para la atención en salud de una familiar.
La pareja estaba en el Palacio de Justicia por una tutela que elevaron para la atención en salud de una familiar
En la noche del martes murió Álvaro León Barros Vigna, el menor de una familia de origen guajiro, hijo de sargento retirado, a quien le heredó el conocimiento para elaborar las esclavas de integrantes de la Fuerza Aérea Colombiana.
Barros acompañaba a un amigo a una diligencia en ese edificio de la carrera 10 con calle 13 del barrio Santa Rosa.
En centros asistenciales siguen Nayibe Rodríguez, Bernardo Rincón Quintero y Hernán Lozano Badillo, quienes sufrieron lesiones graves en el desplome.
Óscar Andrés Manrique, esposo de la abogada Rodríguez Espinosa, dice que la familia debió acudir a una serie de acciones para que a ella la regresaran al Centro Médico Imbanaco, porque su Empresas Prestadora de Salud (EPS) la remitía a otra clínica. La espera por su recuperación está rodeada de oraciones.
CALI
