Forenses de Medicina Legal adelantan hoy los exámenes para establecer si la niña de 12 años que apareció con signos de maltrato y sin vida este primero de diciembre en la vereda La Embajada, en el municipio de Cabuyaro (Meta), para descartar si hay violencia sexual.
La menor de edad estaba departiendo en una fiesta comunitaria de fin y comienzo de año en la vereda el Hijoa de Barranca de Upía y un hombre la convenció para que la acompañara a traer unas hayacas (alimento típico llanero parecido al tamal), contó el comandante de la Policía Meta, coronel Nicolás Alejandro Zapata Restrepo.
Tras la denuncia la Policía de Barranca de Upía y con la colaboración de la red de participación cívica, el cuerpo de la niña fue hallado en una bolsa, amarrado y con signos de maltrato en la vereda La Embajada, del municipio de Cabuyaro, a ocho kilómetros del lugar donde estaba.
La inspección técnica al cadáver fue realizada por el CTI y la Seccional de Investigación Criminal asumió la investigación del caso. El cuerpo de la niña fue conducida a Medicina Legal para verificar las posibles causas de su muerte y si hubo alguna agresión sexual en su contra de la menor, dijo el coronel Zapata Restrepo.
Tras las labores de búsqueda y plan candado sobre las vías de la región, la Policía capturó a Pastor Gómez Vaca, señalado como el presunto agresor, que se movilizaba en una motocicleta y se encuentra en proceso de judicialización.
El secretario de Gobierno del Meta, Gerardo León Mancera, expresó que la administración departamental repudia estos hechos en los que nuevamente se encuentra involucrada una menor de edad.
Ahijada del alcalde
La niña asesinada es ahijada del alcalde de Barranca de Upía, Fredy Enrique Castro Gómez, quien lamentó y rechazó la aberrante muerte de una menor de 12 años, en un hecho causado por una persona que haya hecho un daño tan grande.
Contó que Gómez Vaca, la persona capturada y señalada por señalada por los miembros de la comunidad como responsable del asesinato de la niña, vive en la vereda Hijoa, de Barranca de Upía, labora en una empresa petrolera de la región y hasta ahora no se conocían antecedentes de hechos como los ocurridos entre al noche del 31 de diciembre y el primero de enero.
Villavicencio
