Inicio Colombia Agua recobró su atributo de transparencia, asegura EPM

Agua recobró su atributo de transparencia, asegura EPM

EPM tiene dos corazones activos para la potabilización del agua: el primero es Manantiales, entre Bello y Copacabana, y el otro es La Ayurá, en Envigado. Pero no son los únicos. Junto a estos dos, la empresa de servicios públicos cuenta en total con 12 plantas para transformar el agua en potable.

La planta La Ayurá es la que más aporta al sistema interconectado de acueducto y tiene la capacidad suficiente para abastecer el sur del territorio antioqueño. Se hablaría, entonces, de entre 45 y 50 por ciento del sistema.

Precisamente, los monitoreos realizados desde el pasado domingo a la salida de agua de esa planta reportan que el agua ha recobrado su atributo de transparencia.

Jorge William Ramírez, gerente de Provisión Aguas EPM, reveló que las muestras recogidas a lo largo de las redes de distribución presentan una significativa disminución del color (café, de turbiedad) que venía presentándose desde comienzos de este mes y que generó desconfianza entre los usuarios para su consumo.

Hasta el momento, EPM ha atendido 1.665 llamadas, algunas de las cuales ameritaron una visita al sector para verificar las condiciones del agua y realizar maniobras operativas en los sitios de descarga de las redes de acueducto, con el fin de renovar el agua en los sectores donde se reportó una coloración del líquido mayor a la esperada.

El ensayo de jarras es una herramienta de la potabilización y cada una es una prueba unas dosis de elementos químicos.

Foto:

Jaiver Nieto Álvarez / El Tiempo

La utilización de dióxido de cloro fue clave para solucionar los eventos de la coloración del agua que afectó, principalmente el sur del valle de Aburrá y algunos sectores del occidente de la ciudad.

El dióxido de cloro se produce en la misma planta a partir de clorito de sodio y persulfato de sodio y “se aplica directamente en el agua coagulada que estamos tratando en la planta, lo que permite la remoción significativa del manganeso”, explicó Rodolfo Mira, profesional de Operación de la unidad Producción Aguas.

El fenómeno de color en el agua se debió, justamente, por la cantidad de manganeso que entraba y salía de La Ayurá. La presencia de este estaba motivado por las altas temperaturas, la minería y las intervenciones de construcción y deforestación cerca de los afluentes que surten la planta, en la represa de La Fe, oriente antioqueño.

Si bien el manganeso no es un elemento tóxico, sí tiene unas propiedades organolépticas rechazables. Es decir, funciona como una anilina y el ojo humano puede percibirla a través de la pigmentación del agua.

La salida de niveles de manganeso están por debajo de las exigencias de norma y cumpliendo todos los parámetros que la Organización Mundial de la Salud determina

Resulta que el proceso de potabilización que se hace de manera regular en La Ayurá, no está diseñado para removerlo, por lo que se tuvo que ajustar para el manejo de las anomalías, como la utilización de dicho dióxido de cloro.

De igual forma, el proceso de potabilización tiene otros subprocesos: coagulación, adsorción, floculación, filtración y desinfección.

En ellos intervienen algunos elementos como sulfato de aluminio, carbón activado, polímeros, cal y cloro, los cuales son utilizados en dosis mínimas necesarias para dicho proceso de purificación del recurso.

ISABELLA MORALES QUICENO
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN@Isamquiceno