Durante dos veces en el año, Medellín pasa por dos episodios de alerta en la calidad del aire, febrero-marzo y octubre-noviembre, fechas cuando las estaciones que miden el material particulado contaminante emiten alertas entre naranja y roja.
Estas partículas contaminantes, según una investigación de la Universidad CES, no solo afecta la salud respiratoria de las personas sino que estaría comprometiendo otros procesos biológicos importantes, como la reproducción.
Un reciente estudio de investigadores de la Unidad de Toxicidad Invittro (Uti), de la Universidad CES, realizaron el análisis utilizando el modelo bovino para entender qué le sucede a los espermatozoides que se exponen al material particulado del Valle de Aburrá, que “logra atravesar la barrera hematotesticular, es decir, la barrera que protege las células espermáticas de sustancias tóxicas que puedan circular por el torrente sanguíneo”.
Erika Herrera Puerta, bióloga investigadora de la UTi, indicó que no hay motivos para alarmarse en caso de posibles deformaciones, mutaciones, ni tampoco, hasta ahora, han visto qué ha pasado con el desarrollo embrionario temprano.
Es preocupante y ya hay una asociación directa con las alergias en los niños
“Estamos evaluando en los gametos por separado, pero todo lo que pueda afectar una célula germinal, tanto el espermatozoide como el ovocito eventualmente podrá afectar el desarrollo embrionario. Es preocupante y ya hay una asociación directa con las alergias en los niños. También está asociado a hígado graso, hipertensión, diabetes y otros síndrome metabólicos”, explicó la experta.
Por ende, agregó, si el embrión no es de buena calidad o no está sano puede que no haya implantación y no se genere una gestación.
De igual forma, la investigación también reveló que los compuestos tóxicos en el aire pueden llegar a los ovarios y tener contacto con los óvulos.
“Es algo que no va a pasar inmediatamente, pero lo que es preocupante es que hay mucha evidencia de que todos estos contaminantes ambientales tienen contacto directo con la placenta y el líquido folicular en los ovarios. Además, genera la liberación de moléculas inflamatorias en el torrente sanguíneo materno y ya hay una asociación directa con la salud de los recién nacidos”, añadió la investigadora.
Dicha investigación se realizó en bovinos y en el caso de las hembras, se expusieron los óvulos al material particulado.
“Entonces ya de ahí partimos a experimentar con las células en el laboratorio y podemos darnos cuenta que sí, que realmente es muy tóxico para las células. Las partículas contaminantes les altera las vías metabólicas, les quita movilidad viabilidad”, agregó Herrera.
Aclaró la investigadora que esta situación hay que estudiarla más, ver cuáles son los efectos a largo plazo de estar expuestos tanto en el vientre como en la niñez temprana.
Actualmente, durante el Estado de Prevención decretado por las autoridades ambientales del valle de Aburrá, no se han presentado niveles naranja o rojo en las estaciones que miden la calidad del aire.
MEDELLÍN
