En menos de un mes, la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (Ocha) volvió a reportar un evento de desplazamiento masivo en la región del Catatumbo, los cuales se viene presentando desde la noche del jueves, en la zona rural del municipio de Hacarí (Norte de Santander). En ese lugar se concentra la guerra entre el Eln y Los Pelusos por el control del narcotráfico.
Estas horas de intensos bombardeos y combates, que han dejado una persona muerta y dos heridas entre estas milicias irregulares, ocasionaron la huida de 368 personas, residentes de las veredas Mesitas, La Estación, Palo Cruzal y la Esperanza, de esta localidad, ubicada a 222 kilómetros de Cúcuta.
De acuerdo con el reporte elaborado por Ocha, este grupo de desplazados, distribuidos en 90 núcleos familiares y conformado por más de 100 menores de edad, encontró refugio en las instalaciones del antiguo colegio San Miguel, de esta población nortesantandereana, y en casas de amigos y familiares.
“Por la continuidad de los enfrentamientos, las organizaciones humanitarias tienen restricción de acceso para ingresar a la zona. Se alerta sobre más desplazamientos en curso de las veredas Juntas, Limoncillos, Agua Blanca y Castrillón, lo que prevé un aumento de las personas afectadas (…) Hay preocupación por la falta de personal médico y la falta de ambulancias para la atención de posibles heridos”, informó Naciones Unidas a través de este informe.
Asimismo, este organismo internacional denunció que cerca de 400 pobladores de la vereda Castrillón se encuentran confinados en el territorio al enfrentar algún tipo de restricciones en la movilidad, y que al menos 100 niños no pueden asistir a clases debido a la crítica situación de violencia.
Entretanto, la administración municipal y la Defensoría del Pueblo activaron una ruta de atención por medio de un comité de emergencia para atender las necesidades de esta población desplazada y revisar nuevas acciones de respuesta.
En lo corrido de este año, Ocha ha documentado un total de cuatro eventos de desplazamiento en esta zona de frontera con Venezuela, que dejaron sin hogar a más de 1.000 campesinos.
El hecho de desarraigo más reciente se registró a principios de octubre, en zona rural del municipio de San Calixto, donde más de 400 habitantes salieron despavoridos de sus predios pocas horas después de que la guerrilla del Eln torturara y asesinara a dos jóvenes, quienes se dedicaban a raspar coca.
CÚCUTA
