Una semana difícil vive la cárcel de Rivera, en Huila, donde la Secretaría de Salud del departamento detectó 27 reclusos afectados con parotiditis, enfermedad conocida comúnmente como paperas.
Desde el viernes las autoridades ordenaron la suspensión de visitas a los patios 1A y 1B donde se concentra un grueso número de reclusos.
«Se recomendó restringir el ingreso al establecimiento de mujeres embarazadas, así como personas mayores de 60 años y menores de 15 años para reducir el riesgo de expansión de la enfermedad dentro y fuera de la cárcel», afirmó la secretaria de Salud del Huila, Gloria Esperanza Araújo y agregó que las medidas fueron tomadas para conjurar la crisis.
Otras de las medidas tomadas son la búsqueda de más internos con el virus, seguimiento al contacto entre los internos, identificación de síntomas, brindar atención médica y suministró de medicamentos a los afectados.
«Una de las tareas prioritarias es definir un espacio para el aislamiento de las personas afectadas y efectuar desinfección de áreas», agregó la Secretaria de Salud.
Además, se requirió la suspensión de visitas a los patios 1A y 1B, salida de los internos a otras áreas del centro carcelario, ingreso de nuevos internos y generalizar el uso de tapabocas, ya que el virus se expande por gotas de saliva.
El personero de Neiva, Camilo Zúñiga dijo que también se detectaron 4 casos de tuberculosis que se sumaron a 15 casos sucedidos en febrero pasado.
Las cosas se complican porque el penal carece del servicio de agua permanente y la poca que llega tiene deficiencias en su portabilidad lo podría, incluso, empeorar la situación de salubridad.
Según se pudo establecer, el líquido se extrae de un pozo profundo, y solo llega para unos patios 6 horas diarias y para otros 4 horas.
A lo anterior se suma el hacinamiento en un penal que alberga cerca de 2000 internos cuando su capacidad es para 933.
Fabio Arenas
EL TIEMPO
