Inicio Colombia Alerta por líderes asesinados en Cauca y un atentado en Nariño

Alerta por líderes asesinados en Cauca y un atentado en Nariño

Comunidades y organizaciones indígenas de Cauca y Nariño están en alerta por una serie de asesinatos y atentados contra los nativos en las últimas semanas.

Los hechos más recientes ocurrieron el pasado fin de semana. El viernes fueron asesinados el gobernador del cabildo Huellas, en Caloto, en Cauca, Edwin Dagua Dipia, de 28 años, y el líder Luis Prado, también de la misma localidad en el norte de esta región. Desconocidos atacaron a Dagua Dipia, en la zona entre El Palo y la vereda Los Chorros, en el norte caucano.

A las 11 de la noche del mismo viernes, cuando se cometió el asesinato del gobernador de Huellas, el indígena Prado, de 23 años, murió por disparos que le propinaron desconocidos, cuando se movilizaba en el centro poblado del corregimiento El Palo, en Caloto. La víctima vivía en la vereda Natala, resguardo San Francisco, en el municipio Toribío. En enero, cumplía 24 años.

“Hace un mes circuló un panfleto con amenazas en contra de indígenas, entre ellos el gobernador de Huellas”, señaló la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic). Entre los amenazados aparecen los indígenas Hilario Guejia, Julio Tumbó, Carlos Alberto Sánchez, Fabio Nelson Quiguapumbo, Rafael Coicue, Apolinar García, Mauricio Dorado, Fabíán Dagua y Carlos Quiguanas. Todos pertenecen al resguardo Huellas.

Mauricio Capaz, coordinador del Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), añadió que el asesinato del gobernador de Huellas ha sido uno de los golpes más duros que han recibido las comunidades en los últimos días.

“Lo que sabemos es que hombres armados lo atacaron directamente con armas de fuego,atentando contra su humanidad”, dijo Capaz.

Así mismo, otros miembros de la Acin y de la Onic señalaron que grupos paramilitares, con narcotraficantes y aliados con disidentes de guerrilla de Farc, Epl y guerrilleros del Eln se disputan el control territorial de zonas del centro y norte del Cauca para sembrar cultivos ilícitos, además del control por la minería ilegal en cuencas de ríos de esta región.

“(…) Somos un estorbo, debido a sus intenciones de controlar los territorios y de esta forma poder explotar nuestros recursos naturales. También se evidencia la codicia de los autores armados (disidentes de las Farc, Eln, paramilitares, entre otros, de continuar generando zozobra en nuestros territorios, con el único fin de seguir ampliando sus fronteras del narcotráfico y la explotación minera que en cierta medida están al gran capital que busca por todos los medios apoderarse de nuestras riquezas”, señala el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric).

“La luz de la lucha que dejaste desde nuestra convicción no va morir, quien asesina pensando que va acabar con un proceso, es porque tienen el espirito muerto. Hay mucha diferencia entre asesinar un cuerpo que acabar con el espíritu y es el espíritu de lucha el que seguirá presente en cada uno de nosotros. El día que dejemos de luchar por la vida, ese día habrá muerto Edwin para siempre”, indicó en un comunicado de Cric.

En la Cric y la Onic coinciden en que las fuerzas de grupos armados ilegales al margen de la ley por la tenencia de tierras y explotación de oro en cuencas son la razón de los asesinatos y amenazas, que también afectan a líderes en la zona del Naya, donde el 17 de abril pasado desaparecieron líderes afros Obdulio Angulo Zamora, Hermes Angulo Zamora y Simeón Olave Angulo, del Consejo Comunitario del Río Naya. Luego, en los primeros días de mayo, Íber Angulo denunció que temía que se lo llevaran. Por eso, el 5 de mayo partió una misión humanitaria de la Defensoría al Naya para rescatarlo, pero lo secuestraron en el río Naya ese día.

Según Mauricio Capaz, de la Acin, van 21 indígenas asesinados en el Cauca, en especial, en el norte de esta región, en lo que va del año, siendo una cifra elevada.

Pero así como hay preocupación en Cauca, también en Nariño, donde van 24 indígenas asesinados en este 2018 y donde en la noche del sábado pasado, la gobernadora del resguardo indígena Alto Cartagena del pueblo awá, Lidia Gómez, se salvó de morir en un atentado. Le dispararon cuando estaba en su vivienda ubicada en el barrio El Guayabal en la zona urbana del municipio Ricaurte, en el sur nariñense.

Las autoridades indígenas de la organización Camawari, a la cual pertenece esta gobernadora, informaron que exigieron su protección inmediata y la de por lo menos otros 20 líderes que también han recibido amenazas de muerte en los últimos días.
“Ella nos dijo que estaba trabajando hasta altas horas de la noche porque tenía que entregar un informe financiero y técnico de su período como gobernadora, y cuando se iba a dormir impactaron varios disparos contra la puerta tres tiros y otros dos tiros contra la pared de su vivienda”, contó Jaime Caicedo, coordinador del área jurídica de la organización Camawari y miembro de la comisión de paz del pueblo awá.

Ella en ese momento estaba acompañada de su esposo, ambos por proteger su seguridad no pudieron verificar cuántas personas ni cómo se movilizaban los autores del atentado, sucedido ocho días después del asesinato de los líderes indígenas Héctor Ramiro García y Braulio Arturo García, en el resguardo indígena Palmar de Imbí, zona rural de Ricaurte.

Según Caicedo, el ejercicio del control territorial dentro del territorio ancestral por parte de la guardia indígena y el hecho de que la misma guardia no haya permitido semanas atrás la erradicación de cultivos de uso ilícito, podrían estar causando disgustos entre los miembros de algunos grupos armados ilegales que quieren ejercer el dominio territorial en el pie de monte costero de Nariño.

“Un día que iba a erradicar la coca la guardia indígena en una zona los sacó a los erradicadores, además hace algunos meses tampoco permitió que se montara una cocina para procesar la droga”, aseguró.

“En ese territorio ellos (la guardia indígena) no permitían la presencia de la Fuerza Pública, ni de ninguno de los actores armados, haciendo efectiva la autonomía en nuestros territorios”, agregó.

Pero la otra duda que tiene Caicedo es si todo podría obedecer a que el pueblo awá rechaza la minería ilegal que están ejerciendo las organizaciones al margen de la ley en esa zona.

La preocupación y confusión aumentaron desde que se conoció a través de la red social Facebook una lista de líderes indígenas que al parecer estarían amenazados, pero allí no aparece el nombre de Lidia Gómez.

“Esa una lista grande, aparecen alrededor de unas treinta personas, entre ellos hay un docente que toda su vida se ha dedicado a la guardia y hay otro compañero que yo conozco que es de la Unidad Indígena del Pueblo Awá (Unipa)”, comentó.
Con las autoridades ya están investigando otros detalles que permitan verificar el autor o autores de las amenazas y si son reales o no.

“Lo que nosotros queremos es que la justicia a través de las autoridades competentes adelanten las respectivas investigaciones de manera urgente y que los hechos se esclarezcan”, enfatizó Caicedo.

El 2 de diciembre, Héctor Ramiro García, quien fue el fundador de la organización Camawari y considerado uno de los líderes fue asesinado en el municipio Ricaurte, Héctor Ramiro García, más antiguos en procesos de resistencia indígena en Nariño. Con él fue asesinado su hijo Braulio Arturo García, de 28 años quien el primero de diciembre fue elegido gobernador del resguardo El Palmar para el período 2019.

MAURICIO DE LA ROSA Y MICHEL FRANCOIS ROMOLEROUX
ESPECIALES PARA EL TIEMPO
PASTO Y POPAYÁN