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Así avanzan las obras en la estación Poblado del Metro de Medellín

Las obras para construir el cabezote sur de la Estación Poblado del Metro, que avanzan en un 30 por ciento, serían entregadas en el último trimestre de este año, según cálculos preliminares de la empresa de transporte masivo. El comienzo de los cierres nocturnos en varias vías cercanas al lugar serán el primer paso para el reinicio de los trabajos más importantes del proyecto, que tuvo que frenarse el año pasado por problemas con el contratista.

Reinaldo Herrera, profesional de la Gerencia de Planeación del Metro, explicó que las restricciones viales serán para la llegada de un conjunto de grúas que serán instaladas para la acomodación de las varias piezas metálicas que darán forma al cabezote, que estará compuesto por una estructura metálica forrada en vidrio.

A partir del martes se retomaron los trabajos en el sector del Politécnico Jaime Isaza, que comprenden los componentes de urbanismo y la zona de escaleras a donde llegará el puente peatonal que conecta con el oriente. En el costado occidental, en frente de la fábrica de Coltabaco, también venimos trabajando desde hace aproximadamente un mes. En ese lado avanza la construcción de la rampa, escaleras, puente peatonal y la bahía vehicular que está dentro del diseño”, detalló Herrera.

La construcción del cabezote estaba retardada desde el 28 de agosto de 2018, cuando el contrato que el Metro firmó con la empresa Pórticos Ingenieros Civiles S. A. S. terminó con una ejecución de tan solo 29,1 por ciento.

Al poco tiempo se hizo evidente la falta de personal en la obra y el escaso avance en la ejecución

Aquel contrato, con un plazo total de 20 meses, había sido cerrado por 12.084 millones de pesos e incluía la construcción del cabezote sur y los accesos por los dos costados, incluyendo las obras de urbanismo.

“El contrato comenzó a ejecutarse con normalidad, sin embargo, al poco tiempo se hizo evidente la falta de personal en la obra y el escaso avance en la ejecución. Esto pese a que el Metro entregó el anticipo para comenzar la ejecución de las obras. (…) En repetidas ocasiones se le requirió al contratista un plan de acción para ponerse al día en la ejecución. Sin embargo, estos planes de acción no fueron llevados a cabo”, explicó el Metro en un comunicado.

Cuando los trabajo fueron suspendidos, la interventoría de ese contrato determinó que el “escaso avance” de las obras era producto de un conjunto de causas que podían imputarse al contratista.

La obra podía culminarse antes del plazo

El Metro consideró que la obra no tenía una complejidad técnica muy elevada y que lo esperado era que los trabajos pudiesen culminarse antes del plazo estipulado en el contrato.

“Incluso, uno de los aspectos más complicados del proyecto consistía en las fundaciones pero fue posible aislar las obras para que no interfirieran con la operación normal de los trenes”, dijo el Metro en un boletín de prensa publicado en aquel momento.

La empresa contratista, por su parte, afirmó que los retrasos en el proyecto eran producto de las estrictas condiciones horarias para los trabajos y alegó deficiencias en la gestión administrativa de la obra.

El área jurídica del Metro explicó que en enero la empresa interpuso una demanda ante el Tribunal Administrativo de Antioquia en contra de la empresa contratista, la cual fue admitida en marzo de 2019. Por el momento cada parte reúne las pruebas para argumentar su versión de lo sucedido.

Este diario intentó contactarse con el contratista, para conocer su versión de lo sucedido, pero hasta el cierre de esta edición no respondió.

A finales del año pasado, el Metro firmó un nuevo contrato con el objetivo de culminar los trabajos, esta vez por un valor de 10.362 millones de pesos, con la empresa Rover Alcisa. Esa nueva contratación estableció un plazo de ocho meses para concluir la construcción del cabezote sur, los puentes y las obras de urbanismo.

No se encontraron daños significativos

El Metro explicó que el nuevo contratista utilizó los primeros meses de este año para adelantar un proceso de empalme y planificación, una tarea que implica analizar el estado de la obra, sobre todo de aquellas partes que quedaron a la intemperie por varios meses.

“No se encontraron daños significativos, salvo algunas piezas que se oxidaron u otras cuya pintura se dañó por la humedad”, aseguró Herrera.

Al menos 45.000 pasajeros salen y entran de la estación Poblado en promedio cada día, lo que la convierte en la que más viajeros tiene, luego de las estaciones extremo (La Estrella y Niquía).

La construcción del nuevo cabezote sur incrementará el área de la estación en un 48 por ciento, equivalentes a 928 metros cuadrados.

La ampliación es una demanda que desde hacía varios años venían haciendo los usuarios, ya que la llegada de las horas picos hace colapsar la estación, generando largas filas en los puentes peatonales y entorpeciendo la prestación del servicio.

JACOBO BETANCUR PELÁEZ
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN.