Pese al desacuerdo de distintas asociaciones de campesinos del Bajo Cauca por los riesgos y daños ambientales que puedan ocasionar, los drones destinados a la erradicación con glifosato de cultivos ilícitos ya se encuentran en la subregión para iniciar el proceso de fumigación.
El gobernador de Antioquia, Luis Pérez, explicó que el procedimiento es muy parecido al que hacen los seres humanos, pues los drones se ubican entre dos o tres metros de altura desde donde se esparcen las moléculas de glifosato.
“El proceso está muy bien definido porque los drones tienen el mapa exacto del terreno. Ellos hacen la fumigación y se dirigen a otros territorios a prestar el servicio”, afirmó el mandatario.
El procedimiento de los drones es muy parecido al que hacen los seres humanos
Este plan piloto durará 40 días y comenzará en los municipios de Valdivia, Cáceres, Caucasia, El Bagre, Nechí y Tarazá, ubicados en una de las subregiones que tiene más incidencia de cultivos ilícitos del departamento.
Según el gobernador, la adquisición de estos drones no supone la cancelación de la erradicación manual en la que están trabajando unos 2.600 miembros del Ejército Nacional y 1.000 policías.
Pérez contó que para el inicio de las labores los drones deben estar al día con los seguros que certifiquen tanto el buen funcionamiento como el bienestar de los vecinos de la zona.
Por su parte, la gerente de Antioquia Libre de Coca, Lina Marcela De los Ríos, informó que el costo de alquiler de los drones, que son de una empresa privada, es de 1’200.000 por día y que «quedarán financiados para los próximos gobiernos».
Si bien la operación de los equipos tecnológicos los hará la empresa privada, el proceso de fumigación es supervisado por el Ejército Nacional y la Dirección de Antinarcóticos.
MEDELLÍN
