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Así es la vida de la familia que invadió el Teatro Colonial de Mompox

Cuatro menores de edad, entre ellos dos niños, de ocho años y cuatro meses de nacido hacen parte de la familia que invadió el vetusto Teatro Colonial de Mompox y que se han convertido en una urgencia humanitaria para la administración momposina.

Se trata de Rosalba Argaez y sus hijas Jésica, de 19 años; Dayana de 17; Manuela de 16; José Alberto de 8, el pequeño José David de 5 meses de nacido, nieto de la mujer.

Las oxidadas sillas de lo que fuera el glorioso Teatro Colonial de Mompox, hoy en el olvido, son ocupadas por ropa y trastos de esta familia, que vive a la intemperie pues el techo del teatro se lo han llevado la ventiscas.

La familia cocina en un rincón y en una estufa de dos puestos y en cualquier esquina ubican los viejos colchones donde duerme.

Conviven con perros y gatos lo que agrava la urgencia humanitaria.

Las oxidadas sillas de lo que fuera el glorioso Teatro Colonial de Mompox, hoy en el olvido, son ocupadas por montañas de ropa y trastos de esta familia

Foto:

John Montaño- EL TIEMPO

Pero lo que más preocupa a las autoridades locales es la situación del hijo menor de esta mujer y su nieto, de siete años y cuatro meses de nacido, respectivamente.

“Nosotros ya llevamos varios años acá. Yo llegué con mi primer marido que era el celador, pero me abandonó, después tuve los dos menores pero tampoco tuve suerte con esa pareja, ahora lo que me preocupa es el bebé”, dice Rosalba, que dice ser momposina con 52 años cumplidos.

El lugar carece de servicios público y la maleza lo devora.

“Estamos buscando un lugar digno para reubicarla. Hay una brigada de atención en salud del municipio que está al frente del caso”, señaló Nubia Quevedo, la alcaldesa de Mompox.

La funcionaria explicó que la familia gana su sustento con las ventas callejeras de tinto y otros rebusques en el centro de Mompox por ello la mujer no quiere ser reubicada lejos de la ciudad colonial.

Rosalba Argaez habita aquí con sus hijas Jésica, de 19 años; Dayana de 17; Manuela de 16; José Alberto de 8, el pequeño José David de 5 meses de nacido, nieto de la mujer.

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John Montaño- EL TIEMPO

‘Una mujer sin importancia’

El Teatro Colonial de Mompox abrió sus puertas en el año de 1942 y fue obra de italiano domingo Vitola, inmigrante del viejo continente que se había casado con la momposina, Cristina Alario de Filipo.

En sus años dorados la obra arquitectónica fue la más importante de la región pues una vez llegó el proyector el recinto se convirtió en más importante espacio cultural de Mompóx

“La primera película que se proyectó fue ‘Una mujer sin importancia’. Luego vinieron todos los clásicos del cine mexicano y la gloria del cine llegó a Mompox. El teatro estuvo abierto hasta 1968 cuando por una disputa familiar el predio fue vendido, y vivió su segunda época de oro, con otro dueño hasta 1983”, recuerda María Cristina Vitola, hija del creador del teatro y directora de la casa de cultura de Mompox por 15 años.

Entonces fueron las músicas hermosas del Caribe las protagonistas y orquestas de todo el territorio amenizaron las más inolvidables fiestas de Mompox.

El lugar carece de servicios público y la maleza lo devora.

Foto:

John Montaño- EL TIEMPO

Con la llegada de los 80 y la apertura de bares y con la televisión ya posesionada en los hogares momposinos el Teatro Colonial no fue más que un fracaso y cayó en el olvido.

Ante el clamor de los momposinos, el magnate Julio Mario Santodomingo lo reparó en su totalidad y a nombre de la Cervecera Bavaria lo entregó totalmente reparado y como nuevo a la Gobernación de Bolívar en el año de 1987 cunado Mompox cumplió 450 años.

“Por tercera vez el Teatro entraba en operación, pero esta vez fue entregado en concesión al colegio departamental Pinillos que lo uso para grados, eventos culturales y conferencias, pero a medida que pasaba el tiempo el teatro necesitaba mantenimiento que nunca recibió”, explica María Cristina Vitola.

Por las malas condiciones de la infraestructura y ante el peligro de colapso fue clausurado en el año 2001, cuando apareció Rosalba Argaez con su primer marido, el celador, que tras las tres primeras hijas, la abandonó.

Los vecinos del teatro aseguran que la vida de Rosalba ha sido ir y regresar cada vez con un hijo más pero sin compañero de batalla.

Con la llegada de los 80 y la apertura de bares y con la televisión ya posesionada en los hogares momposinos el Teatro Colonial no fue más que un fracaso y cayó en el olvido.

Foto:

archivo particular

Escenario para el Festival de Jazz

Durante el segundo fin de semana de septiembre, Mompox se vistió de fiesta y músicos internacionales de la talla del Gran Combo de Puerto Rico y Concha Buika coparon la atención de miles de amantes de la cultura que llegaron a la isla.

El Teatro Colonial está ubicado en el callejón de la Falquitrera, corazón histórico de Mompox, por lo que la gente pide que sea recuperado cuanto antes y así entre a ser parte de los escenarios que conforman el circuito cultura del Mompox Jazz Festival, que este año celebró su séptima versión.

La alcaldía de Mompox le informó a este diario que ya están listos los estudios para recuperar el teatro, los recursos están en manos de la Gobernación.

“En los últimos 15 años la Universidad Javeriana ha realizado varios estudios para la recuperación del teatro, porque Mompox hace parte de las visitas obligadas de sus estudiantes de arquitectura, sería interesante que el departamento indagar con esta universidad”, concluye María Cristina Vitola, hija del creador del teatro.

 John Montaño
 Redactor de EL TIEMPO
 Enviado Especial a Mompox (Bolívar)
 @PilotodeCometas