Inicio Colombia Avanzan labores de limpieza en el Catatumbo tras derrame de crudo

Avanzan labores de limpieza en el Catatumbo tras derrame de crudo

El balneario natural Pozo Azul, del municipio de Tibú (Norte de Santander), recupera lentamente la transparencia de sus aguas gracias a las labores de limpieza del crudo derramado, que este sábado sigue adelantando un equipo de 130 operarios de Ecopetrol.

Este operativo de remoción del fluido se reforzó en las últimas horas para avanzar en la atención de la emergencia ambiental que fue ocasionada a principios de esta semana por una ola de atentados del Eln al oleoducto Caño Limón-Coveñas, informó la compañía energética a través de un comunicado.

En coordinación con los Consejos Territoriales de Gestión del Riesgo, Corponor, el Ejército y la Policía, la estatal petrolera suple con carrotanques la falta de agua que padecen 30.000 habitantes de esta población nortesantandereana, cuyo acueducto suspendió el suministro del líquido debido a la contaminación en el río Tibú.

Asimismo, la propagación de la mancha de crudo en el cauce de Pozo Azul fue detenida con la instalación de dos barreras de contención y se trabaja en la limpieza de su entorno.

Unos 130 operarios de Ecopetrol avanzan en la limpieza de este ecosistema y de los tres afluentes afectados.

Foto:

Cortesía de Ecopetrol

“La empresa de servicios de Tibú (Emtibú) y el laboratorio MCS iniciaron monitoreo de calidad de agua en nueve puntos estratégicos de los afluentes afectados, en compañía de Corponor. Estas pruebas empezaron en la bocatoma del acueducto y en Pozo Azul”, aseveró Martín Alonso Galvis, jefe de Entorno de Ecopetrol.

Para abastecer de servicio de agua potable a esta localidad, la empresa contratista Cenit y la petrolera entregarán en los próximos diez tanques de almacenamiento con una capacidad de 56.000 litros de agua, que estarán dispuestos en sitios estratégicos del casco urbano de Tibú. En total, se han distribuido 572.000 litros del líquido en medio de esta contingencia, que tardaría en superarse dos meses.

La emergencia ambiental derivó en la suspensión del suministro de agua para 30.000 habitantes de esta población.

Foto:

Cortesía del Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de N. de Santander

El fin de semana pasado, horas después de anunciar un cese al fuego durante Semana Santa, la guerrilla del Eln dinamitó dos tramos del oleoducto Caño Limón-Coveñas, ubicados en esta parte del Catatumbo, y ocasionó un grave vertimiento de crudo en Caño Cinco y en los ríos Tibú y Tibucito.

El mal tiempo, ocasionado por las lluvias, engrandeció las aguas ‘envenenadas’ por el hidrocarburo, desatando el desastre ambiental que se vive en Pozo Azul, y la suspensión de la captación de agua en el acueducto de este municipio.

En lo corrido del 2019, esta infraestructura petrolera, que recorre 328,3 kilómetros de longitud, ha sufrido un total de 14 ofensivas: ocho se han registrado en el departamento de Arauca y seis, en Norte de Santander.

En medio del sermón de las siete palabras, el obispo de Cúcuta, Victor Ochoa, se refirió a estos actos de violencia y conminó a este actor armado al cese de este ensañamiento contra la naturaleza, que el año pasado dejó afectados 30.520 metros cuadrados de capa vegetal y 33.050 metros cuadrados de fuentes hídricas.

CÚCUTA