La audiencia pública de rendición de cuentas de la Universidad de Caldas, que se celebró ayer, no solamente expuso el trabajo en 2017 de la administración del rector Felipe César Londoño, sino que fue un balance de los cuatro años en los que estuvo al frente de la institución. Además, fue clave para los ocho aspirantes a la rectoría, ya que conocieron oficialmente cuáles son los retos del próximo gobierno.
De acuerdo con Londoño, quien estará al frente de la universidad hasta el 25 de mayo, el periodo de 2017 y sus cuatro años de gestión fueron positivos, ya que cumplieron con el 90 por ciento de las metas del plan de desarrollo. Sin embargo, reconoció el rector, quedaron cosas por hacer que corresponderán a la siguiente administración.
Durante el encuentro resaltó logros en aspectos como el incremento de doctores, de programas académicos, de estudiantes, la presencia en la región y la disminución del faltante presupuestal, una realidad de todas las universidades públicas del país.
Por ejemplo, entre 2014 y 2018, la oferta de programas aumentó de 102 a 111; los estudiantes pasaron de 13.604 a 15.217; los matriculados en municipios diferentes a Manizales cambió de 4.130 a 4.471 y el faltante presupuestal, que era de $14.000 millones, ahora está en $10.516 millones.
Para el rector es fundamental este tipo de encuentros, ya que la comunidad debe conocer cómo se están administrando los recursos públicos y si tienen alguna duda, esa es la mejor oportunidad para hacer una pregunta.
Durante la jornada resaltó que si bien se han hecho esfuerzos por llegar a más municipios, uno de los llamados por parte de las autoridades departamentales, es que la institución debe hacer presencia en toda la región, ya que no es una universidad de Manizales sino de Caldas. Por eso, uno de los proyectos más grandes es la sede de La Dorada, que cuenta con estudios fase 3 y será responsabilidad del siguiente rector que el proyecto sea realidad.
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