Como si se tratara de un alojamiento cinco estrellas, con materiales naturales, tubos de plástico y madera con perforaciones de diferentes diámetros, las abejas solitarias que habitan en Barranquilla ya tienen donde arribar para hacer panal, pasar la noche o, incluso, pasar largas temporadas tras su labor de polinización.
Con estos ‘hoteles para insectos’, la autoridad ambiental de Barranquilla «está fomentando el respeto y preservación de los polinizadores, así como su relación con las plantas, ya que son piezas clave para mantener el equilibrio ecológico y actúan en el control biológico», señala en un comunicado la administración local.
En estos puntos también se espera recibir la visita de otra clase de insectos polinizadores como los escarabajos, mariposas, avispas e incluso otros animales como los colibríes o murciélagos.
