Un brote de paludismo se registra en la cárcel judicial de Bucheli, en el municipio nariñense de Tumaco, por lo que las autoridades prendieron las alarmas y lanzaron la voz de alerta a toda la comunidad.
Este hecho revive la posibilidad de que sea cerrada por hacinamiento, como lo recomendara el año anterior la Defensoría del Pueblo.
El alcalde encargado de Tumaco, Jhon Jairo Preciado, informó que el brote detectado el pasado martes ya afecta a un total de 31 internos del centro carcelario, quienes fueron remitidos al Hospital San Andrés de esa localidad para recibir la atención médica.
“El dictamen de los médicos es paludismo, se los está atendiendo de la mejor manera”, dijo el alcalde Preciado.
Al interior del establecimiento penitenciario se adoptaron los controles necesarios con el fin de evitar que otros internos resulten también afectados.
En la actualidad esta cárcel cuenta con cerca de 700 reclusos, cuando su capacidad real permite albergar 220.
Este hacinamiento llevó a que el Defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, le solicitará el año pasado a la Corte Constitucional el cierre del centro penitenciario porque sus condiciones locativas afectaban de manera directa los derechos humanos.
Luego de una visita del funcionario a la cárcel de Tumaco se pudo comprobar que la edificación registra altos niveles de humedad y la filtración permanente de agua en las distintas celdas.
También pudo evidenciar que al tener los internos un contacto directo con las aguas, se presentan graves problemas de salud; sumado a lo anterior la presencia de animales peligrosos como serpientes.
El paludismo o malaria es una enfermedad que se transmite por la picadura de un mosco que se produce en aguas estancadas y sus principales síntomas son fiebre, escalofrío y sudoración. Puede adquirirse a cualquier edad tanto en hombres como en mujeres.
