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Cali, una ciudad abierta al emprendimiento y la innovación

En Cali hay mucho potencial innovador. Según la Unidad de Emprendimiento e Innovación de la Cámara de Comercio de esta ciudad, solo en los últimos cuatro años han atendido 200 iniciativas escalables de la llamada economía naranja y 88 eran digitales.

Como dice el Consejero Económico de la Presidencia de la República, Felipe Buitrago, ‘estamos en una época de cambios, o en un cambio de época más bien; la cuarta revolución industrial, la era digital, la economía del conocimiento, no importa el nombre, y en ese cambio estamos pasando de una época en la que el capital físico, los recurso naturales, están siendo reemplazados por las ideas’.

En el 2013 nació en Cali Daater, una plataforma de inteligencia de comercio exterior que no solo maneja información de Colombia, también de Panamá, Ecuador, Chile y Perú.

Progressus es una plataforma interactiva que ofrece atención sicológica las 24 horas del día. La propuesta fue ideada por la sicóloga clínica, Adriana Soto.
Pero la innovación no tienen límites.

Rockasfaltos ofrece un cemento casi que instantáneo (asfalto en frío) para tapar esos incómodos y peligrosos huecos que se ven en las calles de Cali y de muchas ciudades del país. No necesita repello.

En el Distrito de Aguablanca se fabrican platos deschables más amigables con la naturaleza, no son de material recuperable, ni tienen semillas para que al arrojarlos broten plantas, son bio-comestibles, se pueden comer.

Y en Cali también se encuentra una planta donde se elaboran arepas de chontaduro libres de gluten y conservantes, una empresa familiar.

A la semana venden 2.500 arepas de 10 centímetros de diámetro con 80 gramos de peso, vienen cinco por paquete. Hay con mantequilla, con mantequilla clarificada libre de lactosa y chontarepas para veganos con aceite de coco.

La Cámara de Comercio de Cali realizó un ‘mapeo de innovación’, en el segundo semestre del 2017, a 93 empresas medianas y grandes de la región.

El 75 por ciento manifestó haber innovado, al menos en un tipo de producto, proceso, marketing y organización, y un 42 por ciento de esas innovaciones se dieron en el comercio y manufacuras.

El hombre de los datos claves

Daater es una plataforma de inteligencia de comercio exterior con información de Colombia y Latinoamérica.

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Archivo particular

Apenas de graduó de ingeniero químico en la Universidad del Valle, Álvaro Brunal comenzó a trabajar en Johnson & Johnson pero, con un ventaja, sabía hablar inglés.

Así que del área técnica pasó a encargarse de las negociaciones de la materia prima, tenía que comunicarse con países tan lejanos como Egipto. Durante cuatro años se desempeñó como comercializador internacional.

‘Yo puedo hacer algo mejor que esto, vamos a sacar la información y los datos’, pensó además, con un ingrediente adicional, solo las grandes empresas podían contratar analistas, así que ofrecería datos abiertos a las pequeñas y medianas empresas sin necesidad de recurrir en el costo de los analistas.

Y en el 2013 nació Daater, en Cali.

“Nacimos como una propuesta, queríamos entrar al mercado, darle oportunidad a las pequeñas y medianas empresas para competir, para hacer análisis y trabajar datos, como las grandes, nacemos como una alternativa y creamos la plataforma para que nuestros clientes consiguieran proveedores más baratos y se evitaran contratar un analista”, recuerda Brunal.

“Nos hemos dado cuenta de que nuestros datos son muy actualizados”, dice Brenal.
El primer año tuvieron 20 clientes, han llegado a tener 2.500 y en la actualidad cuentan con mil activos.

Daater es una plataforma de inteligencia de comercio exterior que no solo maneja información de Colombia, también de Panamá, Ecuador, Chile y Perú.

En el 2017 participamos en Apps.co, un programa del MINTIC y fue seleccionada como una de las empresas más innovadoras del Valle y el año pasado fue una de las primeras ocho empresas escogidas para Ventures Accelerator by Google Launchpad en Latinoamérica.

Despúes de esa acelaración lanzaron Daater Detalle para atender otros sectores, como el de la salud. Y ya cuenta con clientes no solo en Colombia, sino en Nueva Zelanda.

Permite analizar las características y cambios del mercado, mejorar la velocidad de la toma de decisiones y asegurar la administración de los costos.

Brunel recuerda que tenía que someterse a una cirugía de encías y quería saber qué era lo más avanzado, así que utilizó sus propia plataforma. Descubrió que había unos injertos importados desde Suiza, eran unas membranas de colágeno; así que llamó al proveedor en Bogotá y preguntó a quien se los vendían en Cali.

“Si funcionó para mi, para un médico o para una empresa, será de gran valor. Empezamos reunir datos de empresas que están a la vangaurdia en materia de medicamentos, ya no de comercio exterior, empezamos a hacer estos análisis especializados, ya no nos limitamos por país, ya lo agrupamos por especilidad médica”, dice Brunel.

Bacheo, al instante, y sin maquinaria

Una solución eficiente para reparar esos baches.

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Rockasfaltos se creó hace cuatro años y medio como empresa y su producto ya se ha probado, con éxito, en el mantenimiento de las estaciones de empresas como Gazel y Terpel, también en Cartón de Colombia, Kimberly y Colanta. Así como en las calles de los municipios de Palmira, Candelaria, Florida, Santander de Quilichao y se prueba en Cartago.

El ingeniero civil Deiner Grisales y su esposa Luz Ángela Ampudia están al frente del negocio. Después de permanecer 18 años en Europa regresaron a Cali para madurar el proyecto.

“Creé la mezcla, la adaptamos al país, con materia prima colombiana. Por sus características, somos únicos. En el mercado hay competencia americana con un producto de 20 años en el mercado, pero que no tiene nada que ver con el nuestro”, dice el ingeniero Grisales.

El producto viene dentro una bolsa de 25 kilos que puede durar hasta un año. Para utilizarlo no se necesita de ningun tipo de maquinaria, ni de una cuadrilla de trabajadores para tapar el hueco.

Una de las ventajas es que es fácil de usar. Primero hay que limpiar le hueco, que no quede con ningún rastro de basura; se echa la mezcla de la bolsa y se compacta con las mismas llantas de un vehículo y listo.

“Durará tanto, o más que el tradicional y el costo es una décima parte de lo que cuesta reparar un hueco grande porque no tengo que llevar tres volquetas, ni restroexcavadora, no 20 empleados. A veces ven un hueco de 40 por 40 y no lo reparan, hasta que con elpaso del tiempo empieza a deteriorarse más, pero una sola persona, sin maquinaria, con este producto listo para utilizar puede taparlo en cinco minutos y sin tener que cerrar la vía al tráfico”, señala el ingeniero.

La ventaja además, es que es compatible con el concreto. Ya se han enviado muestras a Chile, República Dominicana y Argentina.

Rockasfaltos genera siete empleos directos y 20 indirectos.

Atención sicológica online

En www.progressus.com.co se puede conseguir información sobre todos sus servicios.

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“Tengo 12 años de experiencia y la idea de la empresa surge desde mi inquietud, de ayudar a tener tratamiento más tempranos; cuando el paciente va a la consulta por salud mental, va muy tarde, cuando hay un mayor deterioro. No van por el estigma o porque les da pena, o tienen poco acceso a los profesionales. La idea era crear un acceso más cercano”, dice la sicóloga clínica, Adriana Soto.

Progressus es una empresa de tecnología que ayuda a las personas a tener un primer tratamiento en salud mental, pero a partir de canales digitales.

“Tenemos una app que tiene un sico-robot virtual y asistentes para que la persona pueda hacer seguiento de su salud mental; los conectamos con sicólogos reales con teleconferencias y con cita online”, explica la sicóloga.

“El robot es un asistente para ayudar con la ansiedad; ingreso, le hago preguntas y él me contesta, dependiendo de lo qué esté pasando; el aprendizaje es supervisado. Trabajamos con técnicas de inteligencia artifical”.

En Colombia hay dos empresas de telesicología, en Latinoamérica hay unas 10 y en Estados Unidos, muchas.

“La idea es que todos la consulten. En la parte de salud mental el problema es que la gente cree que es cuestión de locura, que solo debe acudir a un especialista cuando escucha voces. El que no escuche voces no significa que esté perfecto, esa persona puede tener problemas para relacionarme con sus hijos o con si pareja y esa situación puede volverse un problema”, agrega.

“Mi idea es hacer un hab de salud mental, que cuando alguien tenga ansiedad o un transtorno diferente o problemas de comunicación con su pareja o su hijo, o baja autoestima, que pueda acudir a nosotros y encuentre toda la ayuda. Que sea un aplicación global, la lanzaremos también bilingüe”, dice la sicóloga clínica egresada de Univalle.

Ya se pueden conseguir platos bio-comestibles

Platos comestibles que se consiguen en algunos restaurantes de Cali.

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En armonía con el medio ambiente, Carlos Alberto Llano trabaja en la elaboración de platos deschables más amigables con la naturaleza, no son de material recuperable, ni tienen semillas para que al arrojarlos broten plantas, son bio-comestibles.

Ya tiene los platos, tantopara postres como para comida de sal, y ahora desarrolla los vasos y los cubiertos, todo, es comestible.

¿A qué saben? A galleta.

“Hay unos con más carga de maíz y de sal, ideales para la lechona, salchipapas, arroz chino; para las ensaladas y los postres, el plato viene más dulce, con más carga de harina de trigo. Si no se quiere comer el plato y lo tira a la tierra, pues se lo comerá alguna mascota, y si ese plato llegara al mar, se lo comerán los peces. Es amor por la naturaleza”, dice este emprendedor de Maquinnovación.

“Nuestros platos nunca se convertirán en basura”, aclara.

Maquinnovación se dedica a fabricar máquinas para hacer conos y obleas y fue a partir de ahí que surgió la idea de darle forma a unos platos que también se pudieran comer.

Esta semana sacará los platos hondos y empezará a tocar las puertas de las grandes superficies. Toda el proceso investigativo le tomó un año y ya lleva un mes en el mercado.

La empresa está en el barrio Comuneros II, en Aguablanca, donde genera 10 empleos directos.

Llano empezó varias carreras y no terminó ninguna y junto con su papá, pero es el creativo de Maquinnovación junto a su papá, un ingeniero mecánico, y su madre, la ‘dura’ para las ventas.

La caja con 15 platos viene en un empaque de cartón, no tiene nada plástico, la cinta es de papel, no hay un solo elemento que contamine. Ahí, el producto puede permanecer hasta cinco meses. Ya tiene el registro Invima.

Arepas balanceadas de chontaduro

Arepas elaboradas con chontaduro, 160 calorías bien balanceadas, según sus productores.

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Juan Pablo Rueda, EL TIEMPO

En Santander de Quilichao, al norte del Cauca, don Javier López tiene una finca sembrada con unas 500 palmas de chontaduro. Con su esposa Rosana y su hijo Hernán, un ingeniero industrial, desde hace unos cuatro años comenzaron a buscarle portencialidades al fruto. Pensaron en salsas, tortas, galletas y hasta en arroz con leche de chontaduro.

“Cada ocho días mi mamá salía con algo nuevo”, recuerda el ingeniero industrial, quien hoy se encarga del mercadeo de las arepas de chontaduro, el producto con el que lograron conquistar los clientes.

“El chontaduro es un fruto de amores y odios. Empecé a regalar las arepas en la oficina, y gustababa mucho. Hasta que un día organizaron un paseo y me las pidieron, pero con la condición de que no las regalara. No sabía a cuánto venderla además, no tenía ni empaque, así que vi una oportunidad de negocio”, comenta.

La chontarepa es libre de gluten y conservantes.

“Ya los tres estamos de lleno en el negocio, es una empresa familiar. Mi papá quiere abandonar la finca, pero yo no quiero que se pierda, por eso le estoy poniendo todo el empeño a la empresa”

Hace 14 meses constituyeron la empresa, ya montaron una planta en Cali y generan 10 empleos.

Hernán López dice que han vendido 60.000 contarepas en las tiendas saludables de Cali, ya cuentan con el registro Invima y se alistan para conquistar las grandes superficies.

“Mi papá viene de la finca una vez a la semana con el chontaduro, acá lo hervimos, lo molemos y lo procesamos. Yo soy el mensajero y quien se encarga de vender las arepas”, dice.