En la madrugada de este martes, el CTI de la Fiscalía capturó al Curador Urbano Número Uno de Cartagena Ronald Llamas Bustos, en su vivienda de Cartagena.
Llamas es investigado como uno de los principales responsables de haber otorgado las licencias para la construcción del polémico proyecto de vivienda de interés social de ‘Aquarela’ que se levanta a una cuadra del emblemático Castillo de San Felipe, y que hoy tiene en vilo la declaratoria patrimonial de Cartagena ante la Unesco.
El polémico curador urbano así como otros capturados en Medellín, por el mismo proyecto, serán llevado hoy ante un juez de garantías en Cartagena.
Según la Procuraduría, Llamas autorizó cuatro licencias de construcción al polémico proyecto: Una bajo la resolución 0595 del 28 de diciembre de 2015; la segunda licencia para la torre 2 fue otorgada a través de la Resolución 0486 del 23 de septiembre de 2016. Luego autorizó las licencias para las torres 3 y 4 bajo la Resolución 0611 del 2 de diciembre de 2016 y una última licencia para la torre 5; además de un bloque de parqueaderos que avaló con la Resolución 0363 del 28 de julio de 2017.
Por ello, la declaratoria de Cartagena como patrimonio cultural de la humanidad dada por el comité intergubernamental del patrimonio mundial de la Unesco en su octava sesión celebrada en Buenos Aires en noviembre de 1984 está en peligro.
Luego de la inspección que hizo a las fortificaciones y baluartes el arquitecto argentino, Luis María Calvo de la firma consultora Icomos a La Ciudad Heroica, enviado por la Unesco, entre el 12 y 15 de diciembre del 2017, puso a temblar la declaratoria patrimonial que recibió el Corralito de Piedra.
El proyecto para vivienda de interés social (VIS) Aquarela Multifamiliar, un conjunto de cinco torres de 32 pisos casa una, que un consorcio planea edificar a una cuadra del emblemático Castillo de San Felipe de Barajas, la fortificación, según al Ministerio de Cultura, más representativa de la Ciudad Heroica, pone en riesgo la declaratoria.
“Cuando en 1984 se elaboró el expediente para incluir a Cartagena en la lista mundial del patrimonio, el criterio arquitectónico expuesto habla de un sistema exclusivo con el puerto fortalezas y conjunto monumental de Cartagena como lugar predominante, y dentro de este el Castillo de San Felipe, en el Cerro de San Lázaro, como el paisaje histórico y patrimonial más importante de la ciudad”, señaló en su momento el arquitecto Álvaro Escobar, director de la división de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
El proyecto urbanístico ubicado en el barrio Torices, que tiene sus licencias de construcción y permisos autorizados por el curador urbano número Uno de Cartagena, Ronald Llamas, ya tiene en pie la primera torre, y todos los edificios ya están comercializados.
“En este sistema, la estructura imponente del Castillo de San Felipe de Barajar (1657) se erguía en una posición estratégica y dominante para proteger los caminos terrestres de acceso a Cartagena. La declaración de valor universal excepcional de Cartagena destaca la importancia del formidable castillo de San Felipe sobre el peñasco rocoso que domina la ciudad…”, subraya en uno de sus apartes la misiva que fue enviada por La Unesco a la Ministra de Cultura, Mariana Garcés y en el cual, la autoridad internacional plantea: “El conjunto de viviendas Aquarela, localizado al pie del Castillo de San Felipe de Barajas perturbaría y constituiría una afectación importante a la histórica relación visual del castillo y su entorno…”.
La obra hoy está sellada como resultado de una acción popular elevada por Min. Cultura, y las 970 familias que compraron apartamentos amenazan con una demanda millonaria al estado.
“El Castillo de San Felipe es la fortificación clave en la defensa de la ciudad en 1741, cuando los ingleses pese a que ya habían izado la bandera de su nación en el cerro de la Popa, y ya creían tener la ciudad, no contaron con la estrategia que el almirante español Blas de Lezo tendió justo desde el Castillo de San Felipe y que terminó con el retiro inglés”, agregó el arquitecto Escobar.
Pero el arquitecto Escobar ha ido más allá con una clara solicitud: “se debe detener la obra, revocar las licencias de construcción y demoler la torre que ya está en pie”.
El Plan de Ordenamiento Territorial (POT), del 2001, permite construcciones de hasta 6 pisos en el barrio Torices. Sin embargo, el curador urbano, amparado en una circular del año 2013 emitida por el Distrito que permite mayores alturas para vivienda de interés social, vio viable los edificios de Aquarela.
«La actual torre en construcción, que ha alcanzado ya los veinte pisos, es prueba objetiva y demostrable, del riesgo que el Conjunto Multifamiliar Acuarela representa para Cartagena en su condición de bien inscrito en la lista de Patrimonio Mundial», señala en otro de sus apartes la carta de la Unesco firmada por Mechtild Rossler, Directora del Centro de Patrimonio Mundial de la entidad.
El Tribunal Administrativo de Bolívar también falló contra el proyecto y expuso claros argumentos sobre las irregularidades de la obra.
John Montaño
Redactor de EL TIEMPO
Cartagena
@PilotodeCometas
