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Cartas desde Colombia: Los chacales de Trump

Trump firmando su primera orden ejecutiva contra el Obamacare.

Trump firmando su primera orden ejecutiva contra el Obamacare.

Carlos Arturo Calderón Muñoz.- La euforia del 20 de enero empieza a disiparse en medio del fabuloso tren de trabajo que el presidente Trump lleva desde el día de su posesión. Las tácticas para impedir que llegara a la presidencia se han transformado en una guerra planetaria para derribarlo del poder a cualquier costo. El gabinete de Trump no está conformado por los típicos pelmazos a sueldo a los que estamos acostumbrados. Las personas que conforman el equipo de gobierno de Presidente son sin lugar a dudas de los seres humanos más capacitados en el mundo para el desarrollo de sus correspondientes labores.

Señores de la guerra, súper empresarios, expertas en alta política y todo lo que se pueda esperar de individuos convocados para una labor titánica. Muchos de estos son superiores al mismo Trump en inteligencia, sagacidad y éxito. No podemos poner en duda la excepcionalidad del grupo conformado por Trump. De este equipo no me preocupa su inexistente ineptitud sino sus motivaciones.

Varios de los nuevos mandos fuertes del Tío Sam tienen pasados con indicios suficientes como para que cualquiera sospeche de sus intenciones al trabajar en cargos gubernamentales. Trump fue muy drástico en la campaña con sus ataques a la alta finanza gringa; la totalidad de Wall Street fue acusada en múltiples ocasiones de ser la causante de las desgracias financieras del pueblo estadounidense y de ser la fuente primordial de ingresos de la campaña de Hillary, hasta ahí todo es verdad. Por lo tanto se esperaría que las políticas económicas del Donald fueran la antítesis de la especulación.

Así como Timothy Geithner fue un balde de agua fría para todos los que creían en el cambio que Obama iba a traer en 2008, Trump ha hecho lo propio poniendo a tiburones de Wall Street en las carteras del tesoro y de comercio, Steven Mnuchin y Wilbur Ross respectivamente.

Steven Mnuchin.

Steven Mnuchin.

El primero resulta ser miembro de una dinastía familiar ligada hasta la médula con Goldman Sachs. Su padre Robert estuvo 33 años en la firma y su hermano fue uno de los vicepresidentes. Steven trabajó por 17 años, teniendo altas posiciones en esa empresa responsable de crímenes financieros contra millones de personas en todo el mundo, que han visto sus ahorros y pensiones desaparecer o directamente los han echado de sus casas al explotar burbujas inmobiliarias. Después de trabajar en Goldman Sachs, Mnuchin fue uno de los alfiles de George Soros, reuniendo fondos para este archivillano cuyas maniobras financieras han arruinado países enteros. Soros le ayudó a crear su propio fondo de inversiones.

Posteriormente Steven se aprovechó de la crisis inmobiliaria de 2009 y compró la entidad hipotecaria IndyMac, con la cual reclamó 900 millones de dólares en rescates financieros del gobierno gringo y después de cambiarle el nombre a la institución, por el de OneWest Bank, la vendió por el doble de su precio. Cuando Mnuchin no está embolsillandose cifras astronómicas de dineros del contribuyente estadounidense, toma algunos centavos de la elite de Manhattan. Él y su hermano se hicieron con más de 3 millones de dólares de la estafa de ponzi hecha por Madoff. No sé si Mnuchin sea el tipo indicado para pedirle transparencia a la Reserva Federal y cargarse el sistema de usura internacional.

Wilbur Ross es un camaleón ideológico que apoya el libre mercado o el proteccionismo dependiendo de su propio beneficio. Wilbur trabajó por un cuarto de siglo con la mafiosísima familia de los Rothschild. De hecho, en los 90, cuando todavía trabajaba para esos banqueros, ayudó a Donald Trump a salir de la crisis financiera en la que se encontraba por causa de sus excesos en la construcción casinos en Atlantic City. El señor Ross ha sido un experto en comprar los activos de compañías en bancarrota, adjudicar todos los pasivos al gobierno (Rescates) y enviar miles de trabajos estadounidenses al extranjero. En 2003 Ross hablaba en contra del libre mercado y defendía las tasas arancelarias, ¿la razón? Los impuestos creados por Bush para el acero importado le permitieron hacer miles de millones con sus acciones en compañías acereras como LTV.

Sin embargo, sus convicciones nacionalistas no debían ser muy fuertes, pues en ese mismo año se reunió con docenas de magnates de los textiles para un proyecto que unificaría Burlington Industries y Cone Mills, que ya tenían operaciones productivas en India y Méjico. Les pidió que apoyaran una idea para fabricar las telas en Méjico y Centroamérica y pasarlas libres de impuestos a los Estados Unidos; declaró que el proteccionismo era la vía para la extinción. En 2004 cristalizó su sueño creando la ITG, que fusionaba sus empresas textiles y dio inicio a la construcción de una planta en China, un complejo en Vietnam y otras facilidades en Nicaragua. Los cálculos más conservadores dicen que sus maniobras destruyeron 2700 trabajos y los enviaron al extranjero.

Wilbur Ross

Wilbur Ross

En el clímax de su amorío con los comunistas aunó esfuerzos con el China Investment Corp para sus operaciones. Durante todos estos años, hasta que le dio por meterse en política, defendió las prácticas de China, declarando que todo ese sin sentido político en contra de los orientales era negativo para la economía. Claro, era negativo para su economía. No sé qué tan apropiado pueda ser el señor Ross para oponerse a las políticas del globalismo que usan los sweatshops vietnamitas, los modelos de neo servidumbre de Nicaragua o las prácticas de guerra financiera de los chinos.

Trump se ha opuesto fuertemente a la invasión por parte de casi todos los pueblos de la tierra a su país. Aparte de la criminalidad, la desbordada inmigración de personas a los Estados Unidos ha destruido las conquistas sociales alcanzadas por los trabajadores de ese país. Por eso resulta curiosa su elección para la cartera de trabajo. La entidad encargada de proteger al trabajador norteamericano estará bajo el mando de Andrew Puzder. El señor Puzder ha estado a la cabeza de CKE Restaurants, el grupo empresarial dueño de gigantes de las comidas rápidas como Hardee’s y Carl’s Jr. Este empresario es la antítesis de las políticas migratorias esgrimidas por Trump en su programa electoral.

El señor Puzder, a lo largo de los años ha sido un defensor de la inmigración masiva a los Estados Unidos. Él apoya esta medida porque la inmigración que promueve es la de personas con poca o ninguna habilidad y que por lo tanto recibirán cualquier trabajo con gratitud. Tomando en cuentas que él se gana la vida vendiendo hamburguesas, no es raro porque quiere una fuerza laboral sin calificaciones o exigencias sociales. Ha despreciado en múltiples ocasiones a los trabajadores de su país diciendo que los extranjeros son mejores (¿No sabe que vive en el país con la economía más desarrollada del mundo? ¿Quién cree que construyó eso?).

Andrew Puzder

Andrew Puzder

Puzder ha unido esfuerzos con Michael Bloomberg, Bog Iger, Rupert Murdoch y otros desamparados obreros para la formación de la Partnership for a New American Economy. Básicamente un conglomerado de plutócratas que quieren forzar una política migratoria en la que puedan meter a cualquiera al país, bajo la excusa de que es un trabajador dispuesto a hacer lo que los gringos no. Algo raro tomando en cuenta que la proporción de estadounidenses que se oponen a estas políticas es de casi 10 a 1. Puzder cree que se deben abrir caminos para que todo el que quiera vaya a Estados Unidos legalmente y se pueda quedar ahí toda la vida.

En síntesis quiere un caos multicultural en el que la población no tenga una identidad homogénea y esto le permita hacerse de una masa amorfa que le nutra de trabajadores cuasi esclavos. Como dijera el genial George Carlin, lo suficientemente inteligentes para que hagan el trabajo pero no tanto como para que se pregunten por qué.

De momento Donald Trump ha caracterizado sus pocos días de presidencia por ser un tipo honesto que está cumpliendo lo que dijo que iba a hacer, algo revolucionario e inesperado de un político. En general estoy de acuerdo con la mayoría de sus medidas, para ser honesto, entre más estudio al Donald mejor me cae el maldito narcisista. Pero las emociones no pueden cegar la objetividad y en este momento hay personas en posiciones claves que van en contra de todo lo que se supone Donald Trump representaría. Con estos funcionarios las ideas de acabar con el sistema especulativo de dinero FIAT de la Reserva Federal, terminar con la esclavitud moderna y lo más importante, evitar el genocidio de la población blanca ya no son tan viables.

De momento parece que el presidente Trump es auténtico y voy a darle el beneficio de la duda, pero es menester prepararnos por fuera de la influencia anglosajona para nuestra propia lucha por occidente, que sólo podemos hacer desde la hispanidad. En España tuvieron un gran desarrollo económico, social y tecnológico gracias al general Franco (Que por cierto, no es santo de mi devoción pero en esas áreas fue un buen estadista). El amor innegable que el generalísimo tuvo por España fue inútil para preservar su obra, el tío ni siquiera se había muerto y todos los buitres que él mismo había alimentado y protegido, empezando por el Rey Juan Carlos, siguieron las ordenes de sus amos y dieron inicio a la destrucción de esa gran obra.

Michael Bloomberg,

Michael Bloomberg,

Trump es un maestro empresarial y pragmático, por eso tiene a estos chacales en su equipo, “asesinos” como él les llama. Sus habilidades, guiadas bajo un ideal de amor a Estados Unidos, harán de esa nación una potencia como nunca se ha visto, pero dudo que ellos tengan esa convicción. El sanedrín que controla el mundo es todo poderoso en medios, finanza y política, pero para ellos es mucho más importante la preservación de su sangre, la magia y su Dios. Para nosotros pueden parecer creencias de esoterismo trasnochado, pero para ellos lo es todo y los efectos de su mitología particular en el mundo son muy reales.

Ellos creen y practican rituales de magia antigua, protegen su genética y son leales sólo a su Dios. Ellos no piensan en pragmatismo absoluto, se pueden dar el lujo de reducir los daños de este titán por ocho años y retomar el rumbo más adelante. Ellos sólo le tienen miedo a los que además de enfrentarlos en el mundo material les plantan cara en sus realidades espirituales. Como lo hicieran en el pasado facciones gibelinas de la iglesia católica, los cátaros, una que otra tribu americana y europea de tipo panteísta y politeísta y reducidos grupos de alemanes en el siglo pasado.

Los globalistas tienen todo el tiempo del universo para pelear, Trump sólo posee ocho años y mientras ellos juegan desde los cielos él se limita a asuntos meramente humanos. De momento creo que el pato es real, pero este tipo de nombramientos son el germen de su futura destrucción. A final de cuentas Washington tiene sus propios intereses, al igual que Moscú; si queremos ser tomados en cuenta no debemos comportarnos como vasallos que llaman por integrarse a la Unión Americana; no hay propósito en defender la unidad de Cataluña con España para luego querer rendir la hispanidad a los intereses anglosajones.

La Casa Blanca.

La Casa Blanca.

Trump abre grandes posibilidades y estas deben ser aprovechadas. Pero ante todo somos hispanos y nuestro deber con occidente tiene que cumplirse desde esa esencia. Es hora de nuestro resurgir, de retomar la península y reconstruir una casa intercontinental, tenemos nuestros propios hombres y mujeres llenos de fervor patriótico. La idea de que un magnate se tome España no es muy de nuestro estilo, a nosotros nos gusta luchar sin riquezas, trabajar con las uñas y lograr las más altas esferas de gloria con la menor cantidad de recursos posibles. Por eso siempre reaccionamos tarde, por eso nuestro héroe es el Quijote, por eso nos enorgullece Viriato o la Reconquista; todos nos representan, son el triunfo de lo ínfimo ante la adversidad suprema.

Por mi parte también estoy convencido en hacer América grande de nuevo, pero mi América no se limita a un país anglosajón. Mi América es hispana.

*Desde San Bonifacio de Ibagué (Colombia).