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Comunidad hace ‘la vaca’ para construir puentes peatonales

En Santa Marta, la comunidad ha comenzado a darle soluciones a los diferentes problemas que enfrentan sus barrios y que durante años fueron ignorados por las alcaldías de turno, sin tener en cuenta que estos se convirtieron en necesidad para la gente.

A la pavimentación de calles, arreglos de alcantarillados y la implementación de tanques para la recolección comunitaria de agua, se suma ahora el trabajo en conjunto que vienen haciendo vecinos con el objetivo de construir unos puentes que requerían dos sectores que permanecían incomunicados con la otra parte de la ciudad.

Recientemente en el barrio la Ciudadela 29 de Julio, sus habitantes celebraron la inauguración de un puente peatonal que beneficiará a más de 600 personas que deben ir del sector La Milagrosa al El Pando.

Durante más de 25 años, líderes comunales de esta zona presentaron más de 30 derechos de petición e innumerables solicitudes a las administraciones de turno para la construcción de esta obra que impedía el paso de niños y adultos de un barrio a otro.

“Los más perjudicados eran los estudiantes que tenían que pasar por la quebrada o caminar un trayecto mucho más largo para poder llegar al colegio; en épocas de invierno no había manera de atravesar”, indicó Freddy Gómez, habitante de la Ciudadela 29 de Julio.

Cansados de esperar y que nunca llegara la gestión de la Administración Distrital, los moradores decidieron realizar actividades como bingos y rifas para recolectar recursos y comprar los materiales, también pagar los diseños que hicieran posible levantar la estructura.

La gestión fue liderada por el edil de la Localidad Uno, Damián Marañon, quien asegura que los costos de la obra superan los 16 millones de pesos, los cuales fueron posible también con ayuda del sector privado.

“Entendimos la necesidad de construir este puente, por eso tocamos puertas y logramos conseguir mano de obra gratis y un gran apoyo económico que hoy permite darle solución a un problema que por más de dos décadas sufrió esta zona”, manifestó Marañón.

Barrio incomunicado

Un problema similar enfrentan en el barrio Buenos Aires, allí sus habitantes se sientes olvidados por la administración pública porque nunca ha recibido inversiones. Este mes completaron un año incomunicados porque el puente que tenían se vino abajo.

Este puente es la única entrada oficial del sector, que integra a más de mil familias, las cuales deben atravesar el río, pero además, subir y bajar un cerro para llegar a la ciudad, acceder al transporte público, colegios y labores.

“Se cayó el puente y nadie llega a resolver. Nuestros niños se enfrentan a enfermedades al tener que cruzar el río y las mujeres en estado de embarazo enfrentan un alto riesgo”, manifestó Darwin Amaya, líder comunal.

Al no encontrar respuesta en la administración, los habitantes y líderes del barrio Buenos Aires comenzaron a gestionar con esfuerzos propios y hacer ‘la vaca’ para arreglar el puente. Hasta el momento han recibido donaciones de empresarios y apoyo de amigos cercanos, pero todavía hacen falta recursos.

“No ha sido una tarea fácil. Lo que nosotros esperamos es que los moradores de esta zona puedan mejorar condiciones de la vida y de sus derechos fundamentales. Tener que atravesar el río y además, enfrentarse a una caída, representa un olvido y abandono”, dijo el líder Darwin Amaya.

Con mano de obra local emprendieron la tarea de construir el puente y lograr el objetivo de tener un acceso digno y seguro al barrio Buenos Aires.

Roger Urieles Velasquez
Especial para EL TIEMPO
Santa Marta
En Twitter: @Rogeruv