El Juzgado Primero Penal del Circuito de Montería condenó a 27 meses de cárcel al empresario de esa ciudad Sami Spath Storino, vinculado al escándalo de corrupción bautizado como el cartel de la hemofilia y que también tiene en aprietos a dos exgobernadores de Córdoba.
Conocido como «el hombre de la tula», porque era el encargado de llevar los dineros de coimas a los supuestos funcionarios corruptos, entre ellos, al exgobernador Alejandro Lyons Muskus, Sami Spath fue encontrado culpable de los delitos de concierto para delinquir en concurso heterogéneo con cohecho impropio, en calidad de interviniente, homogéneo y sucesivo.
De igual forma, deberá pagar una multa de 66 salarios mínimos legales mensuales vigentes, al tiempo que le fue impuesta una inhabilidad para ejercer cargos públicos durante el tiempo de la condena.
La jueza que lo condenó le reprochó a Sami Spath su comportamiento, que consideró injusto por detrimento patrimonial y por pertenecer a la red que robó dineros públicos en la gobernación de Córdoba.
El Juzgado que le impuso la pena, ordenó, igualmente, suspender la circular internacional que mantiene la Interpol para que pueda presentarse ante ese despacho a notificarse oficialmente y cumplir la pena impuesta, la cual sería excarcelable por lo mínimo de la condena impuesta.
Al concluir los términos de la condena y las multas, la defensa de Spath no interpuso recurso de apelación.
Sami Spath Storino, quien se declaró amenazado durante el proceso judicial, huyó de Colombia hace varios meses y en mayo pasado fue capturado en Italia, tras hacerse efectiva una orden de arresto internacional en su contra. Días después recobró su libertad pero permanece en ese país.
Spath era ampliamente conocido en los pasillos de la Gobernación de Córdoba durante la administración de Alejandro Lyons Muskus.
Éste último, reconoció que era su hombre de confianza en temas de negocios particulares, al punto que fue señalado de convertirse en emisario que recogía y entregaba bolsas con dinero que extraían ilícitamente de las partidas destinadas al pago de contratos de atención en salud.
En este entramado de corrupción también está a la espera de un juicio y posterior condena el padre del exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons De la Espriella, quien recientemente se entregó tras evadir por varios meses una orden de captura en su contra.
Lyons De la Espriella, es acusado de enriquecimiento ilícito tras haber comprado y ocultado bienes con plata de la corrupción en la gobernación de Córdoba, durante el mandato de su hijo.
Otro de los implicados es Guillermo Pérez Ardila, representante legal de la IPS Unidos por su Bienestar, a través de la cual se hicieron millonarios cobros ilegales a la administración departamental en complicidad con funcionarios de la entidad, por la supuesta atención a falsos pacientes con hemofilia.
Tres secretarios de salud departamental Edwin Preciado, Alfredo Aruachán Narváez y José Jaime Pareja también están implicados judicialmente en el sonado escándalo, por supuestamente favorecer los procesos de cobros irregulares.
Finalmente, los exgobernadores Alejandro Lyons Muskus y Edwin Besaile Fayad, permanecen en investigación por los mencionados casos.
GUDILFREDO AVENDAÑO
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
MONTERÍA
