Las autoridades en Córdoba activaron la alerta amarilla en tres municipios ribereños del río Sinú, a raíz del incremento en el caudal de ese afluente. Se trata de Tierralta, Montería y Lorica, donde la creciente podría generar desbordamientos e inundaciones afectando a miles de pobladores.
De igual manera fue alertado el municipio de San Bernardo del Viento, por posibles consecuencias con la llegada masiva de millones de litros de agua en la desembocadura.
Los comités locales de emergencia también están reactivados con el fin de atender la posible emergencia, aunque el Ideam mantiene permanente monitoreo. De mismo modo, las comunidades que viven en las riberas de este importante río cordobés están informadas sobre una eventual emergencia que los obligue a abandonar sus casas y pertenencias.
«Los protocolos de actuación se encuentran activos, las familias afectadas están notificadas y preparadas para una posible emergencia que se pueda presentar», señala una notificación de la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo.
De acuerdo con el informe meteorológico, «por el río Sinú está transitando una onda de creciente con niveles que superan la cota de afectación, por esta condición hidrológica se previene a los pobladores de sectores bajos como Tierralta, Montería y Lorica, mantener atento seguimiento al comportamiento de los niveles ante posibles afectaciones por desbordamientos e inundaciones».
Desde el pasado mes de junio, al menos once municipios de Córdoba se encuentran afectados por las inundaciones luego del desbordamiento de los ríos Sinú y San Jorge, lo que obligó a las autoridades locales a declarar la calamidad pública.
Las zonas más afectadas fueron las poblaciones ribereñas donde los afluentes rompieron ‘bocas’ dejando sin control las fuertes corrientes de agua que inundaron, casas, cultivos, mataron reses y dejaron millonarias pérdidas.
Los reportes dieron cuenta de emergencias en los municipios: San Pelayo, Buenavista, Valencia, Cotorra Lorica, Tierralta, Ayapel, Montería, Cereté, La Apartada, San Bernardo del Viento. Desde Palo de Agua en jurisdicción de Lorica, el Sinú rompió un boquete conocido como Remolino, o Leopoldo.
En la vereda Manzanares de Valencia la Defensa Civil tuvo que evacuar 40 familias que perdieron todas sus pertenencias y estaban en situación de riesgo por la furia de la corriente. La mayoría de afectados fueron ubicados en un albergue temporal en la escuela del pueblo, entre ellos ancianos, niños y mujeres embarazadas.
Los requerimientos al Gobierno Nacional fueron hechos luego de la declaratoria de calamidad pública y se logró atender de manera temporal a los damnificados. Sin embargo, las familias afectadas pidieron la reubicación de sus viviendas como solución definitiva al problema.
La maquinaria gubernamental asumió trabajos de canalización con el fin de mitigar el impacto sufrido por quienes sufren con el agua a nivel de las rodillas al interior de sus casas.
