Tras un sobrevuelo realizado al río Catatumbo, en Norte de Santander, la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) evidenció que la mancha de crudo, desatada por un atentado de la guerrilla del Eln contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, alcanzó una distancia de 25 kilómetros del afluente, contaminando el líquido de tres poblaciones rurales de los municipios de Teorama, El Tarra y Tibú.
De acuerdo con la entidad, la tragedia ambiental sobre este sistema hídrico tardaría unos 25 años en ser superada. Sin embargo, la mayor afectación se concentra en la quebrada La Llana, que irriga la zona rural del municipio de Toledo (Norte de Santander), donde el martes se presentó esta acción violenta.
Insistimos en que los concejos de gestión del riesgo deben restringir el consumo de agua de este caudal por parte de las comunidades
Un total de 50.000 habitantes se han visto afectados por este vertimiento de petróleo. La población de esta última localidad, al sur del departamento, paró sus actividades de riego en sus cultivos de pancoger. La capa vegetal del sector se estropeó por el hidrocarburo liberado, así como también se estima que una cantidad indeterminada de peces murió.
“Tras recorrer la zona, vimos que la afectación es muy evidente, sobre todo en la quebrada La Llana. Por otro lado, en una mesa técnica decidimos tomar muestras en varios puntos del río Catatumbo para revisar la calidad del agua. Insistimos en que los concejos de gestión del riesgo deben restringir el consumo de agua de este caudal por parte de las comunidades”, precisó Gregorio Angarita Lamk, director de Corponor.
El funcionario descartó además un inminente riesgo de contaminación en el Lago Maracaibo, ubicado en Venezuela, en cuyas aguas tributa el río Catatumbo. Ecopetrol reforzó en las últimas horas su plan de contingencia, con la instalación de más barreras de contención, que evitaron un desbordamiento de las trazas del fluido al vecino país.
Tenemos 1.620 metros lineales de barreras, que equivalen a 108 barreras de 15 metros lineales, y alrededor de 120 personas están trabajando en la recuperación ambiental
“Al momento tenemos tres puntos de control alterno y uno permanente, que está situado en el corregimiento de La Gabarra, del municipio de Tibú. Tenemos 1.620 metros lineales de barreras, que son 108 barreras de 15 metros lineales, y alrededor de 120 personas están trabajando en la recuperación ambiental en el trayecto del punto del evento hasta el punto de control permanente”, explicó Martín Alonso Parra, líder de Entorno Catatumbo-Arauca de la compañía.
El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, sobrevolará la zona de la emergencia este viernes para inspeccionar el impacto de la situación y entregará, en horas de la mañana, un balance total de la fauna y la flora anegada, tras este hecho violento.
De las siete ofensivas registradas en lo corrido de este año, contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, esta es la que ha generado más deterioro en el ecosistema. En 2018 se produjeron 89 eventos de esta naturaleza, que afectaron 30.520 metros cuadrados de capa vegetal y 33.050 metros de cuerpos hídricos. Desde 1986, la petrolera ha cuantificado un total de 1.498 atentados contra esta infraestructura.
CÚCUTA
