Inicio Colombia Derrame de crudo aún afecta a comunidades de Barrancabermeja

Derrame de crudo aún afecta a comunidades de Barrancabermeja

Para pescadores de la vereda La Cascajera, en zona rural de Barrancabermeja (Santander), si bien la emergencia desatada tras el afloramiento de crudo que durante 28 días se registró por fallas en el pozo Lisama 158 de Ecopetrol en marzo ya se controló, la crisis para ellos continúa.

Aseguran que por la contaminación que sufrió la quebrada Lizama y la fuente hídrica Caño Muerto, tributaria del río Sogamoso donde adelantan sus labores de pesca, su producto no se vende y siguen de «brazos cruzados» esperando que la estatal petrolera, tal como lo prometió, les brinde soluciones a las dificultades económicas que afrontan.

Aunque Ecopetrol, sustentado en estudios técnicos y científicos asegura que los peces del Sogamoso están libres de crudo y que son aptos para el consumo humano, los pescadores no dan crédito total a estas afirmaciones.

La estatal indicó que el trabajo fue realizado en laboratorios del Instituto Colombiano del Petróleo (ICP) con unas metodologías avaladas por la Agencia Norteamericana de Protección Ambiental (EPA), que permitieron determinar que no hay sustancias contaminantes en los peces que podrían afectar la salud de los habitantes que los consuman.

“Realmente nosotros somos los más afectados, vivimos de la pesca. Cogemos un bocachico y nadie lo compra porque dicen que sabe a petróleo, que está contaminado porque es del Sogamoso, entonces decide uno ya no salir a pescar”, dijo Chanel Jaimes Calderón, de 45 años de edad, miembro de la asociación Asopescamas.

El pescador explica que el Caño Muerto es el “nido de amor” de los peces, pues en ese espejo de agua ellos se reproducen para luego salir al río Sogamoso.

La comunidad se lamenta por su situación. Y es que según Joaquín Villalobos Pallares, un pescador de 65 años, la actividad pesquera en esa zona trata de sobrevivir en medio de los efectos nocivos que ya ocasionaron proyectos como la construcción de la Central Hidroeléctrica Sogamoso (Hidrosogamoso) por parte de Isagén, que transformó la cuenca y ahora sus niveles de agua no están mediados por la naturaleza sino por la generadora de energía y su represa.

“Nos acabó Isagén, llegó y nos atropelló, y ahora pasa lo de Ecopetrol. El río Sogamoso es nuestra empresa, con ella trabajamos. Si no tuviéramos ninguna afectación, nosotros estaríamos pescando y no esperando nada de esas entidades”, señaló el habitante.

De acuerdo con Ecopetrol, ya presentó a las comunidades pesqueras la estrategia que
busca mejorar la oferta ambiental y fortalecer la actividad de pesca en la parte baja
del río Sogamoso. Las 22 asociaciones de la zona serán invitadas a participar en procesos de contratación que incluyen la vigilancia del río en época de veda, el sostenimiento de las artes de pesca, el manejo de residuos sólidos y el mantenimiento y limpieza de las embarcaciones.

Las afectaciones a nivel social derivadas por la emergencia en el pozo Lisama 158, ubicado en el corregimiento La Fortuna, también se trasladaron a 23 familias que tuvieron que salir de sus casas y fueron reubicadas.

Nos acabó Isagén, llegó y nos atropelló, y ahora pasa lo de Ecopetrol. El río Sogamoso es nuestra empresa, con ella trabajamos

Emilce Ruíz Díaz lleva viviendo más de mes y medio en el hotel Olga Lucía de Barrancabermeja junto a sus dos hijos y esposo. La mujer, residente de la finca El Quindío, predio rodeado por cultivos de palma de aceite donde se produjo el afloramiento de crudo, manifiesta que pese a estar en las mejores condiciones en el lugar, ya quiere volver a su hogar. 

“Acá en el hotel todo muy bien, pero sentimos que estamos como en una jaula de oro. Es que todo cansa, hasta lo bueno. Ya es mucho tiempo, a uno ya le hace falta la casa”, manifestó Ruíz.

De acuerdo con Ecopetrol, el retorno de las familias ya se viene generando tras la terminación de los trabajos de sellamiento del pozo con la ‘snubbing unit’, el equipo traído desde Estados Unidos durante la contingencia.

Ricardo Coral, comandante del incidente Lisama 158, indicó que el trabajo realizado por esta unidad, permitió instalar un empaque y tapones de seguridad de cemento en el pozo, lo que evitará que los fluidos lleguen de nuevo a la superficie.

En los próximos días ingresará al área un equipo de mantenimiento de pozos (workover) que hará el abandono técnico, definitivo y seguro del Lisama 158.

Frente a los reclamos que se mantienen porque aún no se conocen las causas detrás del incidente, la estatal petrolera informó que la investigación interna que se abrió ya está culminando y una vez se tengan los resultados estos serán expuestos públicamente.

«La ‘snubbing unit’ permitió obtener datos e información técnica, que contribuirá al esclarecimiento de las causas que generaron el afloramiento», indicó Ecopetrol.

Pescadores del río Sogamoso, contaminado por la mancha de crudo que se extendió en Barrancabermeja (Santander), encabezaron manifestaciones contra Ecopetrol por esta emergencia ambiental.

Foto:

Jaime Moreno / EL TIEMPO

Mantienen limpieza de fuentes hídricas contaminadas

Los 24 kilómetros a lo largo de las quebradas La Lizama y Caño Muerto, por donde corrió la mancha de crudo que afloró en el corregimiento La Fortuna son intervenidos con trabajos de limpieza en los que participan 180 personas, en su mayoría habitantes de la región, distribuidas en 15 puntos de atención.

En los cuerpos de agua se realiza el barrido del hidrocarburo de las márgenes con la aplicación de desengrasante y un encapsulador, productos biodegradables que retienen las trazas de crudo e iridiscencias sobre las fuentes hídricas.

En los cuerpos de agua se realiza el barrido del hidrocarburo de las márgenes con la aplicación de desengrasante y un encapsulador.

Foto:

Jaime Moreno/ EL TIEMPO

Óscar Sampayo, integrante de grupo de estudios de extractivos y ambientales del Magdalena Medio, señaló que se está evidenciando que pese a las labores de limpieza y estabilización que se adelantan aún hay presencia de petróleo en los afluentes.

Añadió que aunque evaluaciones realizadas por organizaciones como la ONU- Medio Ambiente estiman que la recuperación del ecosistema impactado podría recuperarse en un año, no creen que esto pueda darse.

«Nosotros hemos conocido los impactos de la industria petrolera, son cien años que ya lleva en esta zona. Si bien reconocemos la biodiversidad que hay en la región, somos poco creyentes de las apreciaciones entregadas por la ONU», puntualizó Sampayo.

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