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Distrito Cultural y Patrimonial, el sueño de Prado Centro

Prado Centro es la arteria principal del corazón de Medellín. Danza, teatro, música o gastronomía son apenas una muestra de la variedad cultural que ofrece el barrio.Las imponentes casas coloniales son referente de la riqueza arquitectónica del sector y luchan por conservarse para seguir contando la historia del centro de la ciudad.

El barrio nació como necesidad de alojar a la clase alta cerca al centro, teniendo como eje principal la carrera Palacé. Con la compra de la finca la Polka, en 1926, comenzó la urbanización del sector, bajo las obras de don Joaquín Cano.

Con influencias arquitectónicas de distintas partes del mundo, las viviendas fueron diseñadas bajo estilos historicistas y, más adelante, las fueron adaptando a las influencias de la arquitectura moderna de Europa y Norteamérica.

Todas las cualidades estéticas que se conservan, entre el silencio de sus calles y las sombras de sus árboles, se suman a la ubicación estratégica que le permite conectarse a diversos equipamientos y servicios.

Lugares potenciales del barrio Prado Centro.

Foto:

Cortesía Mesa Cultural Prado

Cada uno de esos elementos son detonantes importantes para constituirse como una de las zonas más importantes de la ciudad. Eso lo saben los distintos líderes comunales que han conformado grupos al rededor de distintas dinámicas culturales. Más de 30 entidades conforman la pluralidad que integra al sector.

Es por eso que en el 2017, distintas cooperativas se juntaron para comenzar a hacer realidad un sueño: el de convertir al barrio en un distrito cultural y patrimonial. Así nació la Mesa Cultural del Prado, conformada por cooperativas como Plazarte, Distrito Candelaria, Casa Tres Patios o Hábitat Latente.

A partir de la integración de las distintas entidades, se ha venido consolidando el proyecto que tiene como objetivo la apropiación social y cultural del territorio a partir de la participación de la comunidad, además de fortalecer y visibilizar el barrio a nivel nacional e internacional.

​Son muchas las estrategias que se plantean para alcanzar estos objetivos. Todas desde la resignificación y dinamización del territorio.
Pero la Mesa propone una en particular, propone una nueva forma de entender y participar en esta iniciativa. Y es desde el Agenciamiento social del patrimonio.

Mirta Lucía Burbano, vocera de la Mesa e integrante de la Corporación Plazarte, cuenta que esta estrategia permite un co-funcionamiento entre distintos actores que se convierten en agentes colectivos que ejecutan proyectos para sostener a las entidades.

Prado Centro no es un barrio para mirarlo de lejos. Es para entrar y disfrutarlo a partir de todas las riquezas culturales que ofrece. Es un barrio para vivirlo desde adentro

Burbano comenta que no se puede construir ciudad si esta no cuenta con un centro histórico. Y que Prado Centro, al ser ese eje de ciudad, debe contar con especial atención para sostenerse, de forma autónoma, desde sus actividades culturales, con lo que ella define como la “economía social del arte”.

Desde el proyecto se piensa en la comunidad no solo como un espectador, sino también como actor principal dentro del distrito. Para ello, convocan a los habitantes con diferentes estrategias que llegan a todos los rincones del barrio.

Con el voz a voz de líderes comunales, las acciones de los artistas reconocidos, o la réplica de las actividades a través de medios comunitarios son algunas de las formas con las que hacen un llamado a la población.

Eso se vio reflejado el pasado miércoles, cuando la Casa del Teatro abrió sus puertas para que medios y habitantes conocieran el proyecto que se ha venido gestando desde el año pasado.

Una ruta patrimonial con los niños de la Casita de Nicolás para reconocer los árboles del sector, fue el comienzo de una tarde con ambiente barrial en la que los asistentes sintieron que fueron, al menos por un día, vecinos de todos.

Un teatro de sombras también integró a los asistentes del evento, pues el público dejó de serlo para pasar al escenario.
En el telón se reflejaban las casas más representativas enmarcadas por las hojas de los árboles que los niños ponían en el proyector, mientras las siluetas de adultos simulaban pasear frente a sus fachadas.

Lo que sigue para la consolidación del distrito es ejecutar todos los proyectos que están sobre la mesa. Dentro de la agenda a cumplir, para finales del presente año, está la construcción de una ruta patrimonial, el lanzamiento de un documental en el que se rescata la memoria del barrio, la realización de tres obras de arte público y la construcción de tres tótems urbanos con el mapa cultural y patrimonial de la zona.

Las puertas del barrio quedan abiertas para que los ciudadanos aprovechen su oferta cultural, mientras las fachadas de las casas piden no ser olvidadas en la memoria de lo que alguna vez fue habitar entre la riqueza económica.
Ahora su riqueza está en la diversidad que abarca a toda la ciudad.

Carolina Ruiz
EL TIEMPO
[email protected] @carorure