Visiblemente afectado, Gustavo Mohme, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que celebra su reunión de medio año en Medellín, rechazó el homicidio de los periodistas Javier Ortega, Paul Rivas, y el conductor Efraín Cegarra, todos ecuatorianos.
“Es un atentado atroz que merece nuestra enérgica condena por la forma, por la alevosía, la premeditación y la cobardía en la que fue cometido. Pensamos que estos actos de barbarie ya estaban superados en nuestra era”, expresó Mohme.
Es un atentado atroz que merece nuestra enérgica condena por la forma, por la alevosía, la premeditación y la cobardía en la que fue cometido
Mediante una declaración en medio de la jornada de la agenda del día, la SIP repudió el homicidio. “El periodismo en toda América han sido ultrajado por este crimen inhumano y atroz. Hacemos un llamado a las autoridades de que no hagan ninguna concesión al terror y que frente a él, todos los países actúen con la máxima celeridad y energía, pero con respeto a los derechos humanos”, se leyó en el Salón Antioquia del hotel Intercontinental.
De igual forma, exigieron a los mandatarios reunidos en la VIII Cumbre de las Américas, que se realiza en Lima (Perú), que este crimen no quede impune, así como todos los actos de violencia que a diario sufren los periodistas en su labor.
Según Mohme, el crimen se dio para silenciar la labor periodística. “Quieren que la sociedad no esté informada, ese es su punto, pero no lo van a conseguir porque hay un ejército de periodistas alrededor de América que llevan la bandera de libertad y que en memoria de estos mártires seguirán ejerciendo el periodismo con pleno profesionalismo”, indicó el presidente de la Sociedad.
Quieren que la sociedad no esté informada, ese es su punto, pero no lo van a conseguir porque hay un ejército de periodistas alrededor de América que llevan la bandera de libertad
Con la misma vehemencia, Mohme también pidió tanto a gobernantes como a las autoridades de Colombia y Ecuador, acciones contundentes para perseguir “con todas las herramientas” a los responsables del hecho para que se haga justicia y como mensaje para que estos actos, no prosperen.
De acuerdo con el presidente de la SIP, el hecho genera censura y prende las alarmas en zonas donde haya presencia de grupos armados al margen de la ley y no existan condiciones de protección para el libre ejercicio del periodismo.
“En el ejercicio es común que los periodistas lleguen a zonas riesgosas, pero en este caso, los periodistas no estaban en una zona de conflicto y no había justificación para este secuestro y posterior homicidio”, opinó Mohme y agregó que según periodistas de la región, hay responsabilidad del anterior gobierno ecuatoriano por permitir que estas disidencias de las Farc se tomaran la zona fronteriza y que esto no hubiera pasado si el país vecino tuviera en su momento una clara línea de defensa en la frontera.
Por su parte, Roberto Pombo, director de EL TIEMPO, también lamentó la situación e indicó que es, sin duda, un atentado feroz contra la libertad de expresión.
“Aparte del horror humano detrás de esta atrocidad, es un atentado muy grave tanto para la libertad de expresión que tienen los periodistas de ejercer su trabajo, como el derecho de la ciudadanía de ser informada a través de sus periodistas”, indicó Pombo.
Para él, es un problema derivado de la consecuencia del narcotráfico y la falta de presencia del Estado en estos territorios, lo que se vuelve en un riesgo más para los periodistas.
Aparte del horror humano detrás de esta atrocidad, es un atentado muy grave tanto para la libertad de expresión que tienen los periodistas de ejercer su trabajo
Con este crimen, se llega a 13 periodistas asesinados en el último semestre según la SIP, y aunque no es el número muy alto, preocupa, porque en este ejercicio, según Mohme, no debería morir nadie.
ALEJANDRO MERCADO
CORRESPONSAL EL TIEMPO
MEDELLÍN.
