El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, dijo que, desde hace un año, empezó a indagar a la firma brasileña Camargo Correa, por posibles pagos para obtener el contrato para la desviación del río Cauca, el de la construcción de los túneles de la presa y un tercero para la construcción de vías de acceso.
También levantó la central de máquinas, la cual tuvo que ser inundada el pasado 10 de mayo para intentar contrarrestar la embestida del río Cauca, que tiene en alerta a por lo menos 17 municipios.
El propio alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y el Movimiento Ríos Vivos pidieron en 2017 que se investigara el tema, al que EPM ya respondió.
“Tenemos lista toda la documentación necesaria para demostrar que se ha actuado correctamente y bajo todos los parámetros técnicos y administrativos”, dijo Jorge Londoño, su gerente.
En todo caso, cuando el fiscal Martínez estuvo en Brasil recopilando información sobre Odebrecht, conoció de primera mano datos sobre la firma que ahora indaga.
Encontró que Camargo Correa hizo parte del entramado de al menos 23 constructoras brasileñas que estaban al servicio de Odebrecht, que pagaba multimillonarios sobornos para quedarse con licitaciones abiertas por el gobierno del país vecino.
También estableció que dicha firma estuvo involucrada en un escándalo en Perú por el supuesto pago de una coima de al menos 90.000 dólares al expresidente Alejandro Toledo, presuntamente para quedarse con varias obras relacionadas con el sector vial.
En Colombia, Camargo Correa se alió con la Constructora Concreto S.A. y con Conisa Ramón HSA, para conformar el consorcio CCC que, finalmente, se quedó con la licitación de 1,89 billones de pesos para la construcción de túneles de conducción y de descarga, un dique de contención y las estructuras de captación de Hidroituango.
Camargo Correa se alió con la Constructora Concreto S.A. y con Conisa Ramón HSA, para conformar el consorcio CCC que, finalmente, se quedó con la licitación de 1,89 billones de pesos
La firma española
Pero hay otra firma que aparece en el megaproyecto y que está bajo la lupa: Ferrovial Agroman, filial de la gran matriz española del mismo nombre.
A esta se le adjudicó un contrato de 141.000 millones de pesos, en 2011, para la construcción de túneles de desviación y el acceso a la central de máquinas.
Martínez no mencionó la firma, pero sí dijo que estaba investigando la adjudicación de esos contratos.
En 2007, Ferrovial había liquidado su sucursal en Colombia, pero la reactivó meses después de ser contratada por EPM para abrir los túneles. Para este proceso se asoció con Sainc Ingenieros y conformaron el consorcio Túneles FS.
EL TIEMPO ya había revelado, en julio de 2015, que su matriz estaba inmersa en un escándalo en España, por el supuesto pago de sobornos a cambio de la adjudicación de concesiones públicas. Las autoridades de ese país dijeron en su momento que las coimas –o comisiones ilegales– sumaron unos 6,6 millones de euros.
Además, se reveló que esos negocios le habrían dejado a Ferrovial ingresos superiores a los 1.100 millones de euros.
A pesar de los cuestionamientos, dicha firma –a través de su filial Cintra– participó en un contrato por 2,6 billones de pesos para unir a Bucaramanga con Barrancabermeja y Yondó.
EL TIEMPO buscó sin suerte a los representantes de Ferrovial. Pero en 2015, tanto sus voceros como la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) dijeron que la firma no tenía inhabilidades para contratar con el Estado colombiano, a pesar de que su matriz estuviera cuestionada.
Además, el gerente de EPM aseguró que tiene toda la tranquilidad de haber actuado con apego a la ley en todos los procesos, y que lo van a demostrar.
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