Inicio Colombia Dramático relato de una mujer arrastrada por su exnovio con su carro

Dramático relato de una mujer arrastrada por su exnovio con su carro

Con evidentes heridas en distintas partes de su cuerpo y cara, una joven de 19 años denunció que su exnovio Víctor Manuel Noguera Paternostro, la agredió físicamente el pasado sábado 15 de diciembre en el malecón del municipio de Puerto Colombia (Atlántico).

La joven que interpuso la denuncia ante la URI de la Fiscalía por el delito de lesiones personales, confirmó que fue arrastrada  por lo menos 10 metros en el vehículo de su exnovio y presunto agresor.

La mujer relató que  hacía un mes había decidido terminar la relación sentimental con Noguera Paternostro, sin embargo, el hombre la llamaba de vez en cuando hasta que logró convencerla de salir él. La invitó al malecón de ese municipio ubicado en el área metropolitana de Barranquilla, a unos 10 minutos de la capital del Atlántico, por la vía al mar.

Yo acepté salir, pero jamás me imaginé que me iba a hacer esto. Cuando íbamos en su carro por la carretera empezó a insultarme diciéndome que era una cualquiera

“Teníamos como un mes de haber terminado, pero me llamaba de forma ocasional para ver cómo estaba. Me convenció para que saliera con él y fuéramos al Malecón de Puerto Colombia, que fue donde nos conocimos. Yo acepté salir, pero jamás me imaginé que me iba a hacer esto. Cuando íbamos en su carro por la carretera empezó a insultarme diciéndome que era una cualquiera, que como se me ocurría de presentar a otro muchacho en el trabajo que él me había conseguido, en fin. Yo en el camino la verdad me quedé callada porque él iba manejando y no quería discutir cuando íbamos movilizándonos», sostuvo Jessica.

Pero al llegar a Puerto Colombia, ya en el malecón, el presunto agresor se mostró cariñoso hasta el punto que le pidió un beso y un abrazo, a lo que la joven asegura haberse negado.

“Yo la verdad le dije que no le iba a dar nada porque después de que me insultó en el camino pretendía que le diera un beso y un abrazo como si nada hubiera pasado. Me fui a la playa y como él vio que no le iba a prestar atención me dijo que entonces me iba a quedar sola allí porque no me iba a devolver a la ciudad”, agregó.

La joven dejó consignado en el expediente de la Fiscalía que su exnovio se molestó a tal punto que regresó al vehículo para encenderlo y marcharse de la zona que, por lo general, permanece sola. 

La joven corrió para decirle que le devolviera su cartera, su celular y sus zapatos que tenía dentro del carro, pero este habría preferido tirarle todas sus cosas por la ventana del copiloto cuando ella estaba del lado de la ventana del conductor y afuera del carro.

Como tenía las manos metidas en la ventana donde él conducía lo que hizo fue cerrar el vidrio y mis manos quedaron atrapadas. Lo que hizo después fue acelerar el carro y arrastrarme como unos 10 metros. Luego bajó el vidrio y caí al pavimento. Me partí los dientes y quedé toda raspada en las piernas, cara y brazos”, denunció la mujer.

Lo que hizo después fue acelerar el carro y arrastrarme como unos 10 metros. Luego bajó el vidrio y caí al pavimento

Al lugar llegaron varios policía a los que, según contó la mujer, el sujeto siempre les dijo que se había tratado de un accidente. 

Sin embargo, la joven se encargó de dejarles claro a los uniformados de que se había tratado de una agresión contra su integridad. 

Tras ser valorada por Medicina Legal, el pasado martes, se llegó a la conclusión de que las heridas sufridas ameritaban una incapacidad de por lo menos 55 días. 

Su relato en Facebook

EL TIEMPO.com reproduce a continuación el valiente relato que la joven hizo a través de la cuenta de su red social Facebook.«Mira lo que me hiciste hacer» es lo primero que escuché ante tanta confusión camino de urgencias hacia el hospital de Puerto Colombia. Yo no sentía mi cara y tampoco mis dientes. Sentía la boca llena de sangre y un dolor punzante en mi mandíbula, mi pecho y mis manos. Quería bajarme de ese carro pero no tenía la suficiente coordinación para hacerlo. Los policías iban haciéndome preguntas que nunca entendí y que ahora no me acuerdo.

Al llegar recuerdo cómo mientras me llevaban en la silla de ruedas, él decía que había sido un accidente de tránsito. Que había sido culpa mía, que yo me tiré hacia su carro. Todos lo escuchaban a él y nadie, excepto el médico, me preguntaba qué había sucedido.

Llamaron a una tía que logró llegar muy rápido, ella fue testigo de lo que me dijo el que me había arrastrado varios metros en el malecón de Puerto Colombia en su carro: «Te pago tu teléfono y los dientes, pero di que fue un accidente», como si en ese momento lo más importante y lo que más necesitaba arreglo fueran esas cosas.

Este episodio además de haber sido literalmente un golpe en plena cara, también fue una forma de abrir los ojos. Omití tantas luces de alerta, pensé que una cosa eran gritos y malas palabras, y que eso estaba muy lejos a algo como lo que me pasó. Pero todo eso va conduciendo hasta esto: a un intento de homicidio.

Mujer, un grito ya es suficiente violencia. No te quedes esperando alguna cosa peor, cómo me pasó a mí, pensando que jamás te harían algo así. Nos puede pasar a cualquiera, a la más débil, a la más berraca, a la más fuerte. Ninguna está exenta.

Hoy más que nunca entiendo la importancia de levantar nuestro valor, comenzando por el que debemos darnos a nosotras mismas. Hoy fui yo, y haré lo posible para que el abusador que me lo hizo a mí no tenga oportunidad de hacérselo a ninguna otra».

BARRANQUILLA