El nuevo presidente Iván Duque llega este jueves al municipio de Tibú, ubicado en Norte de Santander, para tratar la ola de violencia que se ha intensificado en los últimos meses con la proliferación de los cultivos ilícitos.
El mandatario, acompañado de algunos miembros de su gabinete, visitará a las 9 de la mañana la vereda Campo Dos, donde inaugurará la Planta Extractora del Catatumbo, cuya capacidad de producción es de cerca de 135 toneladas de aceite de palma por hora.
Posteriormente, el jefe de Estado presidirá un consejo extraordinario de seguridad en el Batallón de Ingenieros Número 30, ubicado en esta población nortesantandereana, en el que participará el ministro de Defensa, Guillermo Botero, la cúpula militar y las autoridades regionales.
“Nuestro tema prioritario es el orden público en zona de frontera y la consecución de recursos para atender su crisis. Se deben generar acciones para atender a los migrantes, asimismo buscar en equipo el apoyo y la solidaridad internacional para conseguir fondos que mitiguen las necesidades de los hermanos venezolanos”, indicó William Villamizar, gobernador de Norte de Santander.
No obstante a esta solicitud, el primer tema que ocupará la agenda de esta reunión tiene que ver con la guerra desatada entre la guerrilla del Eln y la disidencia del Epl, más conocida como Los Pelusos, por el control de las rutas del narcotráfico.
Esta sangrienta disputa, que se gestó en abril, ha desatado una ola de violencia sin presentes en esta zona conformada por 11 municipios de Norte de Santander. Además de aumentar la cifra de homicidios, en sus días más críticos, el conflicto afectó a más de 145.000 personas y desplazó a otras 16.000.
Pero el hecho que más ha causado miedo en esta racha armada se registró el pasado lunes 30 de julio, cuando 10 personas fueron acribilladas en un billar, ubicado en el municipio de El Tarra. Para la población del Catatumbo, la masacre revivió los peores tiempos de la violencia paramilitar.
“Esta es la prueba de que el Gobierno no ha funcionado en zona de frontera. En estos momentos se respira expectativa sobre lo que pueda decidir Duque. Una mala opción sería que militarizara el territorio, pero esperemos que se logren vías alternas para subsanar este conflicto”, precisó Wilfredo Cañizares, director de la Ong Progresar.
Según este defensor de derechos humanos, este espiral de acciones armadas viene acompañada del crecimiento de los sembradíos de los cultivos ilícitos, que se calcula en 28.000 hectáreas sembradas.
Vías, otro punto a discutir
Al finalizar este consejo de seguridad, Duque realizará un taller con las comunidades para escuchar sus principales necesidades.
De acuerdo con el alcalde de Tibú, Jesús Escalante, en este espacio se solicitará al funcionario avanzar con el mejoramiento vial entre esta localidad y Cúcuta, y la vereda La Gabarra.
“Esto es importante para garantizar desarrollo y competitividad en la región. El problema de los cultivos ilícitos radica en la desidia estatal y con estas vías se garantiza al campesino las salidas necesarias para comercializar otros productos”, puntualizó el mandatario local.
CÚCUTA
