La Secretaría de Infraestructura Física y la Gerencia de Corregimientos de la Alcaldía de Medellín aseguraron que el cable aéreo del corregimiento de San Sebastián de Palmitas funcionaría de nuevo en menos de tres semanas, dado que los trabajos de reparación están en su recta final.
Ricardo León Giraldo, gerente de Corregimientos, dijo que durante los últimos días se evalúan los nuevos componentes instalados en el medio de transporte y se adelanta un conjunto de trámites ante la Superintendencia de Transporte para que el cable tenga autorización para operar.
Sin embargo, el cable no operará al 100 por ciento, ya que una de las cabinas del sistema, la misma en la que cuatro personas quedaron atrapadas hace un año, no fue reparada.
Jesús Aicardo Arroyave, edil de la Junta Administradora Local (JAL) del corregimiento, afirmó que esta situación tiene preocupada a la comunidad, ya que dependería de la voluntad del próximo gobierno solucionar el problema.
Cabe recordar, que el cable de Palmitas es un sistema de transporte compuesto por tres estaciones: La Aldea, Teresitas y El Morrón.
En total son cuatro cabinas las que transportan a los pasajeros: dos entre las estaciones La Aldea y Teresitas, y otras dos entre las estaciones Teresitas y El Morrón.
Los problemas con el cable comenzaron el pasado 24 de julio, cuando una de las dos cabinas que operan entre las estaciones Teresitas y El Morrón por poco se desploma cuando uno de los tres cables encargados de sujetarla se rompió.
La emergencia generó que cuatro personas quedaran atrapadas por más de 12 horas, pendiendo a una altura de cerca de 250 metros.
Aunque las personas fueron rescatadas, la rotura del cable dejó inservible al medio de transporte, obligando a los habitantes a desplazarse por tierra. Estos calculaban que su tiempo de desplazamiento para conectarse con el casco urbano, había pasado de ocho minutos a más de dos horas.
La cabina donde se presentó la emergencia el pasado 24 de julio aún no es reparada por sus graves daños.
Cortesía Alcaldía.
A finales de febrero, la secretaría de Infraestructura obtuvo los resultados de un diagnóstico, realizado por un grupo de ingenieros de la Universidad Nacional, donde se concluía que la causa de la avería no era por errores en el mantenimiento, sino por fallas en uno de los anclajes.
Con base en ello, la secretaria de Infraestructura, Paula Palacio, anunció el inicio de los trabajos de reparación y calculó un plazo de cuatro meses para terminarlos.
Aicardo Arroyave, edil de la JAL del corregimiento, dijo que en una reunión que la Alcaldía tuvo con ellos, el pasado lunes 8 de julio, les explicaron que el cable reabriría durante la última semana de julio o la primera de agosto, esto conforme al avance de las últimas revisiones y trámites pendientes.
Sin embargo, durante esa reunión, el Municipio les dijo que solo tres de las cuatro cabinas entrarían en operación.
Iniciada esa operación, la Alcaldía estudiaría la demanda del medio de transporte en el último tramo (entre las estaciones Teresitas y El Morrón), y con base en los resultados de ese análisis decidiría si deja contratada la reparación de la última cabina o queda en manos del próximo alcalde.
Al sistema le va quedar faltando una pata
“Al sistema le va quedar faltando una pata y la movilidad será más reducida. Lo que le estamos pidiendo al Municipio es que el sistema quede igual o mejor a como estaba, ya que el funcionamiento correcto de las cabinas es muy importante para todas las veredas”, dijo Arroyave.
Ricardo Giraldo, gerente de Corregimientos, confirmó que el último tramo del sistema solo operará con una cabina, pero agregó que, según el diagnóstico del Municipio, ese tramo es el que menos afluencia de pasajeros presenta.
“Lo que se evaluará es el volumen de utilización de ese tramo. Sin embargo, lo que nos parece esencial es poner a funcionar el medio de transporte cuanto antes”, dijo Giraldo, quien enfatizó que la prioridad del Municipio es reestablecer el servicio lo más pronto posible, tal como fue prometido, y que aún no se toma la decisión de contratar o aplazar la reparación de la última cabina.
El cable de Palmitas tiene una extensión de 1,7 kilómetros y era usado en promedio por 200 personas al día. Su entrada en operación volverá a conectar con la ciudad a cerca de 6.000 habitantes de la zona.
JACOBO BETANCUR PELÁEZ
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN
En Twitter: @JacoboBetancur
