La escasez de alimentos e insumos médicos para tratar a pacientes críticos de covid-19 en Cali es la situación que más preocupa en la capital del Valle del Cauca, luego de ocho días de protestas y bloqueos en vías estratégicas de la región.
Sin embargo, este miércoles se logró un acuerdo entre las autoridades y los manifestantes para habilitar un corredor humanitario que permita abastecer la ciudad.
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Esta iniciativa fue impulsada por la sociedad civil y la Iglesia católica, que llevaban varios días clamando por un corredor humanitario con este propósito.
“Agradezco a los líderes sociales, a los alcaldes, la Iglesia católica y a los distintos sectores que están participando de estos diálogos para la habilitación de corredores humanitarios, por su disposición a concertar”, aseguró Clara Luz Roldán, gobernadora del Valle del Cauca.
Y agregó que este miércoles, gracias a estos corredores, comenzaron a llegar alimentos a la central mayoritaria, Cavasa, así como a la galería de Santa Elena.
Escasez de alimentos se nota en supermercados en Cali
Juan Pablo Rueda
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No obstante, aclaró que siguen las conversaciones “para lograr solventar la difícil situación de salubridad, de alimentación, de combustible y de urgencias vitales a la misión médica”.
Para esto, explicó Jorge Iván Ospina, alcalde de la ciudad, es necesario consolidar estos corredores “con acuerdos y agradeciendo la voluntad de todos los que lo han hecho posible”.
Dijo el mandatario que la base aérea debe funcionar como un puente aéreo para abastecer a la ciudad y así “mitigar el hambre y el dolor que está atravesando”.
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Ospina señaló que es de vital importancia que los mismos manifestantes “cuiden los corredores”.
Paulatinamente irán llegando más alimentos –que son la prioridad–, así como medicamentos y combustible.
Pero en medio de señales como esta, que son esperanzadoras ante la dura situación que ha vivido la ciudad la última semana, Cali vivió el martes otra noche marcada por la violencia.
Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO
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Aunque desde las primeras horas del martes los habitantes de la ladera de la comuna 20, conocida como Siloé, –así como de toda la ciudad– rechazaron los actos de violencia que vivieron el pasado lunes, ese mismo día tuvieron otra noche de terror que dejó decenas de heridos.
La Policía informó que desde la tarde del martes se registraban disparos de francotiradores desde la zona alta contra la estación de Policía de El Lido, hechos en los cuales los asistentes al paro señalaron que no tuvieron participación.
Este habría sido el origen de los enfrentamientos tras la llegada de Agentes del Grupo de Operativos Especiales (Goes) a la glorieta de acceso a la ladera y del complejo deportivo del coliseo El Pueblo, donde había un grupo de manifestantes.
También se presentaron disturbios en zonas como Terrón Colorado, en la comuna 1, oeste de Cali, y cerca de la salida a Buenaventura, así como en el sector Meléndez, en la comuna 18.
Según el reporte de la Alcaldía, la noche del martes 46 personas resultaron heridas, de las cuales 13 tenían lesiones graves que, en su mayoría, fueron provocadas por armas de fuego.
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Cifras oficiales indican que en Cali han muerto 13 personas desde el 28 de abril, las cuales estarían relacionadas con las protestas.
Sin embargo, algunas organizaciones civiles han señalado que los muertos podrían ser más.
El subdirector de la Policía, general Hoover Penilla, dijo que “desde el 28 de abril se contabilizan en Cali daños en 8 instalaciones policiales, 21 entidades financieras, 9 sedes gubernamentales, un puesto de salud, un colegio, un hotel, 47 almacenes, 37 dispositivos de fotomultas y 15 vehículos, incluidos los de Misión Médica y socorro”.
CALI
