Inicio Colombia El cura holandés que quedó encantado por el Carnaval de Barranquilla

El cura holandés que quedó encantado por el Carnaval de Barranquilla

Cyrillus Swinne arribó a Barranquilla en 1977, procedente de Holanda, en las fiestas de carnavales, algo que lo sorprendió y fue determinante al momento de tomar la decisión de quedarse en Colombia o regresar a Holanda.

Su primera visita a Suramérica fue en Chiclayo, Perú, después de todos los estudios de sacerdocio. Su estadía en tierras incas duró 6 meses, en donde experimento su decantación por la Teología de la Liberación.

Eligió quedarse en el barrio La Paz de Barranquilla cumpliendo los lineamientos de los Camilos, que se destacan por dedicarse al cuidado de los enfermos, compromiso social y la labor pastoral.

La mayoría de sus estudios fueron realizados en Holanda y Alemania.

El sacerdote eligió quedarse en el barrio La Paz de Barranquilla cumpliendo los alineamientos de los Camilos

Foto:

Carlos Capella / EL TIEMPO

Lo que más le gusta de los barranquilleros es que son muy dados a colaborar y, en un vocablo costeño, afirma que “no se quedan varados y porque son muy alegres a pesar de sus problemas. Son campeones en la improvisación”.

No se quedan varados y porque son muy alegres a pesar de sus problemas. Son campeones en la improvisación

Cyrillus Swinne es muy popular entre los habitantes de este barrio, donde todos aprecian su labor por la comunidad.

Foto:

Carlos Capella / EL TIEMPO

Su historia de amor con la capital del Atlántico ya cumple más de 30 años y, por ahora, abandonar la ciudad no se le pasa por la mente.

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