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El drama de las 2.500 familias afectadas por cierre de Coltabaco

Tras el cierre de la Compañía Colombiana de Tabaco (Coltabaco), el pasado 5 de junio cuando la compañía decidió acabar con sus plantas en Medellín y Barranquilla, el destino de los trabajadores tiene hoy un panorama de incertidumbres.

Luego de un siglo de producción de tabaco en el país, la decisión de dejarlo todo en manos de las importaciones de cigarrillos, ha despertado múltiples debates.

Marco* perdió la sonrisa. Lo hizo en la mañana del jueves 5 de junio cuando les informaron que habría cese de actividades en la planta de Coltabaco de Medellín, en la cual llevaba laborando por más de 15 años.

Fue una mañana atípica, recuerda, no había el movimiento usual de una jornada laboral y las sospechas que tenían desde años se hicieron realidad.

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“Nosotros sí sabíamos que las cosas venían mal desde hace rato. Algunos despidos, prejubilaciones a empleados a falta de pocos años de terminar y cambios en la producción comenzaron a generar conjeturas sobre que la empresa no iba bien.
Sabíamos que el cierre era inminente pero algunos decían que sería cuestión de años, unos 3 o 4. Lo que pasó nos tomó por sorpresa… nos lo dijeron a quemarropa”
, cuenta el operario de 53 años.

No quiso decir su nombre. De hecho, son pocos los que quieren hablar. Tras la noticia, el día se pasó entre incertidumbre y charlas con el sindicato de trabajadores. “Nos dicen que no firmemos nada todavía”, dice con recelo.

Marco perdió la sonrisa. Los beneficios que por más de 15 años tuvo le sirvieron para costearle la carrera universitaria a una de sus hijas en una prestigiosa universidad de la capital antioqueña mediante una beca. Pero su otra hija, apenas comenzará segundo semestre y debe pagar pronto la matrícula. Pero ya no hay quién lo haga.

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Le quedaban menos de 3 años para quedar prejubilado, lo que hacía que le respetaran todos los beneficios que había ganado. Ahora no sabe qué hará. Por ahora todo está en reuniones con el sindicato a la espera de que la empresa lo llame para negociar y saber qué le ofrece.

“Es muy difícil seguir cotizando al promedio que lo venía haciendo, pero no puedo quedarme sin trabajar, eso lo tengo claro. Pero ahora es muy difícil ponerme a pensar qué voy a hacer. Somos muchos los que nos quedamos sin trabajo de un momento a otro y no es algo fácil de digerir… Hasta el gerente lagrimeó cuando dio la noticia”, confiesa el hombre.

Algunos despidos, prejubilaciones a empleados a falta de pocos años de terminar y cambios en la producción comenzaron a generar conjeturas en que la empresa no iba bien

Aclara que a ellos les notificaron el cese de actividades, mas no el cierre de la empresa, que son dos cosas distintas, pues MinTrabajo no ha sido notificado del cierre de la planta. Por eso, un día después de que fueron notificados, todos debieron presentarse a la jornada laboral, pues hay un contrato vigente.

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Aunque el tabaco les llegaba procesado de Barranquilla, se lamenta también por los tabacaleros que resultaron afectados por la decisión de la empresa. “Son como 12.000 familias que cultivaban el tabaco y la empresa se los compraba. Toda esa gente también se va a quedar sin trabajo”, dice el hombre con amargura.

Javier Bermúdez, directivo de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) seccional Atlántico, considera que los empleados de esta planta tabaquera en Barranquilla vienen rechazando la intervención de la multinacional Philip Morris International, empresa que le viene apostando al uso de los cigarrillos electrónicos.

Pese a que la multinacional aseguró que indemnizará a los empleados afectados, Bermúdez dice que este cese de actividades se da sin permiso alguno, afectando la productividad del tabaco en Colombia, debido a que los cultivos desaparecerán, “a esto se le suma a la terminación sin causa de contratos laborales afectando a cientos de familias que se beneficiaban de esta actividad”, manifestó el directivo de la CUT.

Más afectados

Con la decisión de la Philips Morris International de cerrar sus plantas de producción en Barranquilla y Medellín se verán afectadas 2.500 familias de los departamentos de Boyacá, Norte de Santander, Santander, Sucre y Bolívar, según confirmó Heliodoro Campos Castillo, gerente de la Federación de Tabacaleros de Colombia, Fedetabaco.

En 2018, se vendieron 24.000 millones de pesos, equivalentes al cultivo de 1.850 hectáreas ubicadas en estos cinco departamentos, de las cuales el 50 % está ubicado en Santander, específicamente en las provincias Guanentina y García Rovira.

“La afectación está para un grupo de familias que lleva toda la vida viviendo de venderle el tabaco específicamente a la Philis Morris, Coltabaco. Nos vamos a reunir con el ministerio, con la industria para mirar que vamos a hacer, a ver si habrá un tiempo de transición, porque es terrible que de la noche a la mañana se queden sin trabajo”, enfatizó Campos Castillo.

Fausto Adarme, presidente de la Junta Directiva de Fedetabaco, informó que no tienen previsto el producto con el que van a reemplazar el tabaco, “no nos esperábamos esto, fue una decisión sin haberla comentado con nadie, en los encuentros que hacían decían que siempre nos iban a necesitar. No tenemos nada previsto para remplazar el tabaco” aseguró Adarme.

En Piedecuesta hay más de 400 hectáreas de pequeños productores de tabaco que les venden a comerciantes independientes que producen el denominado cigarro. Uno de esos productores es Aníbal Cadena, quien manifiesta su preocupación por la gran cantidad de producto que habrá en el municipio con este anuncio.

“Los productores que le venden a la Morris que están en las provincias del departamento se van a venir a vender acá y el precio que van a pagar va a bajar mucho porque habrá mucho producto”, enfatiza Aníbal.

El kilo del tabaco que venden en Piedecuesta está sobre los 15.000 pesos pero temen que con este anuncio pueda bajar considerablemente.

A través de un comunicado, Fedetabaco informó que «le pedimos a esta multinacional que se establezca un periodo de transición para el cultivo de tabaco en el país, que nos dé tiempo suficiente para hacer los ajustes que haya a lugar para los cultivadores de tabaco y de esta manera no generar una desestabilización social y económica tan traumática para miles de familias». 

NACIÓN
*Con información de corresponsales en Bucaramanga, Barranquilla y Medellín
En Twitter: @ColombiaET