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El instituto que da vida a niños con discapacidad visual y auditiva

‘Luz en la sombra y palabra en silencio’, una noche especial que brindará el Instituto para niños Ciegos y Sordos del Valle, se llevará a cabo este miércoles con el propósito de recaudar fondos para dar continuidad a la labor que realizan.Desde hace 78 años, la institución rehabilita, enseña y educa a niños con discapacidad visual y auditiva de la ciudad y la región. 

La meta de la institución es recaudar 800 millones de pesos para seguir implementando los programas que ayudan y fortalecen el desarrollo de los niños que sufren de discapacidad. El pasado mes de agosto empezó el recaudo que invita a personas naturales y jurídicas a hacer donaciones desde 10 mil pesos en adelante.

Pedro Pablo Mafla afirma que será un noche especial donde invitan a la comunidad, a las empresas y al sector público para que los acompañen con su presencia y apoyo económico.

«Necesitamos recaudar 800 millones para continuar con nuestra labor. A la fecha llevamos 152 millones recaudados. Somos la única esperanza para los niños ciegos y sordos del suroccidente del país».El coro del instituto hará gala del talento de siete alumnos con discapacidad visual y cinco alumnos con discapacidad auditiva que interpretarán tres canciones. El director Mafla presentará los proyectos y principales logros del instituto.

Somos la única esperanza para los niños ciegos y sordos del suroccidente del país

Dentro de la programación, Byron González, exalumno de la institución pintará en vivo uno de sus cuadros. Byron es sordo de nacimiento y en el año 2013 ganó el concurso ‘Colombia tiene talento’. La noche concluirá con un menú especial de la chef Catalina Vélez

Más de 7 mil niños con amor y persistencia aprendieron a ser autónomos y hoy realizan sus proyectos de vida valiéndose por si mismos.

La cita es en la sede del instituto a las 7 p. m., las personas podrán hacer donaciones mínimas de 500 mil pesos.

Las personas también pueden apadrinar un niño, con un aporte mensual de 70 mil pesos que es utilizado para pagar el transporte, gastos escolares (uniformes y útiles), compra de ayudas visuales y auditivas como gafas, audífonos, lupas, bastones, punzones, ábacos, entre otros elementos necesarios para la rehabilitación de los niños.

Banco Davivienda, cuenta corriente No. 012269995804
Enlace: http://www.ciegosysordos.org.co/wp/plan-padrinos/

Por otro lado, a través de VAKI, plataforma de financiación colectiva, puede aportar desde 10 mil pesos en adelante. Las donaciones en Vaki se hacen con medios de pago como tarjeta de crédito, transferencia PSE o efectivo. Los aportes en efectivo se hacen pueden hacer a través de Efecty o Baloto.

Enlace: https://vaki.co/vaki/NochedeLuzenLaSombrayPalabraenElSilencio

Historias de vida

María del Mar Alomía actualmente tiene 24 años y es licenciada en lenguas extranjeras de la Universidad Santiago de Cali.  A los 8 meses de nacida le diagnosticaron Retinoblastoma Bilateral, un cáncer que afecta la retina que si no se trata tiempo afecta otros órganos.

A la edad de dos años ingresó al instituto pasando por muchos procesos para aprender a ser autónoma. Orientación y movilidad. Allí tuvo reconocimiento de espacios, técnicas para desplazarse, aprendió a usar el bastón, el braille y a realizar actividades de la vida diaria como vestirse, bañarse, comer, cepillarse los dientes.

«El aprendizaje en el Instituto se complementaba con el trabajo en casa. Mis papás se
abstenían de hacerme las cosas y me iban guiando como en el Instituto. Yo me servía un vaso de agua, me amarraba los zapatos, me vestía, utilizaba los cubiertos, todo», añade María del Mar.

Su bachillerato lo pasó en el colegio Anglo del Valle y en la Sagrada Familia. El cambio fue impactante debido a que estaba acostumbrada a interactuar con niños iguales a ella, pero aprendió a ser autónoma e independiente. El mismo proceso lo vivió en la universidad con los profesores, pero sus ganas por aprender no la dejaron fracasar.

Tras haberse graduado en la universidad, hará una especialización en educación especial o pedagogía infantil y empezará su experiencia trabajando con niños.

Maria del Mar, exalumna del instituto.

Foto:

Instituto para niños Ciegos y Sordos

Johan Stiven Valenzuela tiene 6 años y una discapacidad auditiva. Hipocucia bilateral profunda y se desconoce el origen de su discapacidad.

Junto con su madre María Imbacuan vivían en Córdoba, un pueblo de Nariño al sur del país. Pertenecían a una asociacion de cultivadores de mora y surtian a unos supermecados en Cali. «Cuando supe de la discapacidad de mi hijo lo dejé todo por
una esperanza. Yo siempre le pedía a Dios una, una esperanza. La rehabilitación de mi hijo era un compromiso y lo que tuviera que hacer lo iba a hacer.», añade María.

Una vez en cali, María tras tocar varias puertas, logro que su hijo tuviera una operación. Seis meses después del implante, Johan ingresó al Instituto para Niños Ciegos y Sordos con 3 años, 4 meses pasando por un proceso difícil de rehabilitación.

“Johan no hablaba y ahora se defiende, habla claro, habla normal. Tiene un avance excelente en vocabulario, en lenguaje, en comprensión. Le hablo mucho cuando se quita el implante, para dormir y bañarse para que aprenda a leer los labios. Mi hijo se está rehabilitando».

La meta de María a futuro es que Johan sea autónomo, independiente y profesional. No depender de nadie y que pueda estudiar una carrera.

Johan Valenzuela a sus 6 años a logrado tener una rehabilitación apropiada en el instituto.

Foto:

Instituto para niños Ciegos y Sordos

Johan no hablaba y ahora se defiende, habla claro, habla normal. Tiene un avance excelente en vocabulario, en lenguaje, en comprensión.