Inicio Colombia El PAE, programa con buena calificación en Cali y el Valle

El PAE, programa con buena calificación en Cali y el Valle

Los viernes, en las 342 instituciones educativas oficiales de Cali no queda un solo arroz con leche, y menos un dedo de queso, algunos de los alimentos que entrega el Programa de Alimentación Escolar (PAE) y de los que más gustan a los 166.789 estudiantes matriculados este año lectivo.

De acuerdo con el aplicativo digital que maneja el Programa y que permite el control diario de los alimentos que se entregan, lo que menos les gusta son las verduras y los juegos con leche, y la leche achocolatada no es muy bien recibida en el área rural.

Este aplicativo es una de las novedades que tiene el PAE en Cali, Programa que durante los dos primeros trimestres ha sacado la máxima calificación por parte del ministerio de Educación.

“En el 2016 nos calificaron con el 65 por ciento, en el 2017 con el 75 por ciento y ahora con el 100 por ciento. Tenemos que mantenernos ahí”, dice la coordinadora del PAE-Cali, Aydee Corrales.

En el Valle la calificación fue del 97 por ciento. Para la Federación Nacional de Departamentos, posición que es respaldada por la gobernadora Dilian Francisca Toro, el Gobierno Nacional debería asumir la totalidad de la financiación del PAE.

En el caso de Cali, el 90 por ciento es financiado con recursos propios.

Algunas empresas como Manitoba, La Locura y Colombina, dentro de su programa de responsabilidad social, se han unido, lo que ha permitido que a estas escuelas llegue un buen maní, un buen croissant y buenos postres.

Otra novedad es que el Programa le apuntará a las cocinas con tecnología de punta y el Inem y la institución Isaías Duarte Cancino contarán con ellas. La coordinadora del PAE dice que serán cocinas como las que maneja el Ejército o Ecopetrol, diseñadas para manejar altos volúmenes de comida, para unas 2.000 personas y ahorradoras de tiempo.

“Esta calificación resalta que se garantiza que todos los estudiantes en las instituciones oficiales reciben alimentación de calidad”, dice Aydee Corrales.

Foto:

Santiago Saldarriaga, EL TIEMPO

¿En qué se diferencia el PAE-Cali del de otras alcaldías?
En la inversión en infraestructura que es por el empréstito, son 360.000 millones de pesos que se destinan a lo que es adecuación y construcción de instituciones nuevas y eso nos permite para el 2019 entregar 100 instituciones con cocina; este año se están adecuando 21 y con apoyo de Findeter se van a entregar con la dotación de cocinas.

¿Cómo monitorean que la comida sea la adecuada, que esté en buen estado y que las porciones sean las indicadas?
Se exigen fichas técnicas de cada producto y se evalúa con los lineamientos del Ministerio. ¿Qué hicimos diferente? Una muestra empresarial donde se invitó a toda la industria de la región, presentó sus productos y en alianza con la secretaría de Salud los revisamos. Tenemos además, un aplicativo que no lo tiene ninguna otra ciudad, salimos todos los días a recorrer las instituciones; llevamos un aplicativo con el menú que corresponde entregar ese día, si por alguna razón no lo están dando o no está en las condiciones requeridas, se llama inmediatamente al operador para que subsane la situación antes de que el niño se vaya a su casa, la solución no se da uno o dos días después. Lo que hacemos es garantizar que el niño, en esa jornada académica, reciba su alimento.

¿Qué han detectado con ese aplicativo?
Somos la única ciudad que tiene indicadores, a cada operador le hacemos seguimiento, tenemos un semáforo en cada escuela, si está en rojo hay mesa de trabajo con el operador para ver por qué no cumple con ese mínimo, logramos recorrer las 342 instituciones en 20 días, lo que se demora cada ciclo de alimentación; nos permite ver el comportamiento del mercado, si una fruta escasea y sube de precio, en alianza con Cavasa, tomamos decisiones para reemplazarla por otra. La minuta patrón del Ministerio exige dos frutas por semana, nosotros damos cuatro; de proteína pide tres, nosotros damos cinco. A una institución que no logra pasar del amarillo le hacemos planes de mejora. Tenemos el Comité de Alimentación Escolar, ahí está el rector, un coordinador, padre de familia, estudiantes, contralor y personero escolar y de ahí se toman recomendaciones.

¿Qué tanto semáforo rojo tienen?
Quedan algunos, la ciudad está dividida en cinco grupos, tenemos dos o tres instituciones en rojo; en amarillo, un promedio de 10.

¿Qué piden los estudiantes?
Cuando se genera la figura del contralor escolar, vienen las veedurías efectivas, que sirven mucho; mandan fotos y video de sus quejas. Los del Santa Librada son los que más llaman; una vez se quejaron porque la carne estaba dura y por el horario, porque no todos alcanzaban a pasar al comedor; también por el menaje, faltaban 300 platos, porque el operador cumple hasta cierta cuota, así que logramos conseguirlos.

¿Si pudiera, qué ajustes realizaría para mejorar aún más el Programa?
Más autonomía desde las regiones para diseñar el menú, con este calor y dar un jugo en leche no es lo mismo que con agua, ese lácteo se le puede dar de otra forma, en queso por ejemplo; disminuir el azúcar; más flexibilidad en el tema técnico en cuanto a las alianzas que hacemos con la secretaría de Salud. el Invima, el Sena, que el requisito fuera conocimiento de ellos antes de intervenir el programa porque si no hay conocimiento vamos a tener dificultades. Hay que tecnificar el PAE para que todos quedemos en red.