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El paseo de la muerte de los cangrejos en Barranquilla

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El Tiempo
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Festival de Mascotas

Vanexa Romero/EL TIEMPO

Los cangrejos de la Ciénaga de Mallorquín tienen que cruzar la carretera que divide este cuerpo de agua en el departamento del Atlántico, Colombia, la cual era prácticamente una trocha en sus comienzos pero fue pavimentada durante la primera gobernación de Eduardo Verano. 

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Desde los inicios de la pavimentación de la carretera que une a la ciudad de Barranquilla con la Urbanización La Playa, los animales, en especial los cangrejos del sector, han sufrido la amenaza constante de los vehículos que transitan por ahí. 

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Los cangrejos necesitan salir del manglar para dirigirse a la ciénaga con miras de ejercer su reproducción, actividad que se magnifica durante las lluvias. Sin embargo, muchas veces no consiguen su objetivo al intentar cruzar la carretera.  

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La especie Cardisoma Guanhumi (cangrejo azul) ha tenido una difícil relación de convivencia con los seres humanos en la costa norte colombiana debido a su caza indiscriminada por parte de nativos y la degradación de su hábitat. 

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La ampliación de la doble calzada de la vía para darle paso a la Circunvalar de la Prosperidad, que conectará a cuatro municipios en el departamento, trajó consigo un separador de 1,5 metros de alto que pretende impedir choques entre los vehículos de carga pesada que transitan por allí. 

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Dicho separador enorme para los cangrejos, los obliga a intentar regresar por donde salieron ocasionando así traumas en su proceso reproductivo y por ende en el ecosistema del manglar. 

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Existen 600 metros del km 33+400 al Km 34+00 en la vía, en este espacio se construyeron huecos de 40 cm de altura por 60 cm de largo y se pueden encontrar cada 30 metros. Esto para que puedan cruzar los animales en apoyo a las obras hidráulicas construidas (box culvert) en el primer tramo de la ampliación.

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Sin embargo, dichas medidas son insuficientes para evitar la muerte de los cangrejos al intentar cruzar la carretera con el separador. Sumado a la inexistencia de iluminación nocturna y a que los conductores manejan muy rápido. Lo cierto es que los cangrejos azules continuarán su lucha migratoria aunque lleven las de perder.