Inicio Colombia El periodista a quien muchos quieren matar y ahora será alcalde

El periodista a quien muchos quieren matar y ahora será alcalde

A Leiderman Ortiz le bombardearon la casa. El periodista sufrió la detonación de una granada en el solar de su vivienda en Caucasia, Antioquia. A los dos días, otro artefacto explosivo cayó en la parte delantera, destruyendo toda la fachada. Ninguno de los dos episodios, ocurridos en 2010, dejó víctimas para lamentar, pero aun así las amenazas y rumores de atentados en contra de su vida no cesan.

Desde entonces, su casa es casi un búnker. Lo resguardan escoltas de la Unidad Nacional de Protección, paredes reforzadas y ventanas y puertas blindadas. Adentro, pese a las instigaciones, no ha parado de hacer denuncias contra la corrupción y las bandas criminales que azotan el Bajo Cauca antioqueño.

Ortiz había prometido no volver a lanzarse a la política, pues perdió las elecciones para la alcaldía en el 2011, y el Concejo, en 2015, en unos comicios que dice “le robaron de frente”.

También manifestó que se dedicaría de lleno al periódico La verdad del pueblo, en el cual ha desenmascarado con sus alias y nombres propios a los bandidos que delinquen en la región, donde el Eln, el ‘clan de Golfo‘, los Caparrapos y disidentes de las Farc se juegan el control territorial y de la minería ilegal a punta de extorsiones, sangre y fuego.

Precisamente, por las investigaciones que ha liderado, su vida está en riesgo y no puede dar un paso sin que sus escoltas lo resguarden.

Sin embargo, pese a su promesa, Leiderman dice que 20 días antes del cierre de inscripción de candidatos, muchos de sus allegados insistieron en que lo intentara de nuevo, que la tercera vez sería la vencida. Aunque su familia le aconsejó que no lo hiciera por los peligros que la campaña podría conllevar, el periodista accedió y recibió el aval del partido de ‘la U’.

“La verdad yo creía que iba a ser un fracaso mi campaña. La gente teme. Por eso pensé que no habría reuniones, pero gracias a Dios en los barrios y calles las personas me acompañaron. Bajar esa maquinaria tan brava fue un milagro”, cuenta Ortiz.

Siempre he tenido amenazas. He perdido mucho el miedo de lo que está pasando

Leiderman ganó las elecciones con 16.002 votos; el 40 por ciento del total, venciendo a José Nadin Arabia, quien alcanzó 12.127 sufragios y ya había sido en tres periodos el mandatario del municipio.

El periodista señala que fue el pueblo quien lo buscó para lanzarse a la alcaldía y recibió su aceptación con un discurso que se fue de frente contra los bandidos y los corruptos, con planes específicos contra la inseguridad y la extorsión, las cuales piensa combatir a través de la implementación de puestos de policía móviles y de tecnologías, como el ojo de Dios, unas cámaras que se encargan de detectar acciones criminales.

Durante la campaña ocurrieron situaciones que casi lo sacan de la carrera política. Sin embargo, Leiderman parece infranqueable, pues así como ha sobrevivido a los atentados, cinco en total, y no le ha temblado la mano para denunciar a alcaldes y bandas criminales, no bajó los brazos con los panfletos amenazantes que se firmaban por el ‘clan del Golfo’ en plena contienda electoral para acabar con su vida.

Leiderman Ortiz fundó el periódico ‘La verdad del pueblo’, en Caucasia.

Foto:

Archivo particular

Leiderman cuenta que también elevó una denuncia porque los grupos al margen de la ley de la región se estarían aliando con carteles mexicanos para sacarlo del camino a pocas semanas de empezar su periodo como alcalde.

“Siempre he tenido amenazas. He perdido mucho el miedo de lo que está pasando. Ahora, según información, las bandas criminales se están aliando con el cartel de Sinaloa para montar un grupo para asesinarme”, dice.

Sobre su mandato, Leiderman manifiesta que uno de sus primeros objetivos es desenmarañar supuestos actos corruptos dentro de la alcaldía que han sumido a Caucasia en periodos anteriores, la cual ha sido manejada, según él, por la misma familia durante dos décadas.

Piensa que, inicialmente, podría hacer una labor similar a la del exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, a quien reconoce por acabar con la maquinaria y denunciar la corrupción.

“Yo me comparo con Rodolfo Hernández, de Bucaramanga, porque tengo una idiosincrasia muy diciente. Él acabó con la maquinaria, con la corrupción y siempre le han intentado hacer la jugada para quedar como un culo ante la gente. Eso sí, yo soy más inteligente que él porque peleo de manera más prudente”, manifiesta.

Diálogo con bandas criminales

Uno de las principales apuestas de Leiderman es la de combatir a los grupos armados que delinquen en la zona y que con extorsiones mantienen en zozobra a los comerciantes no solo de Caucasia sino de todo el Bajo Cauca.

Precisamente, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, expresa que no se encuentra satisfecho, ni como ciudadano ni como gobernador, con los resultados que hay en materia de seguridad en la subregión del Bajo Cauca del departamento.

«No estoy contento con los resultados que hemos tenido en el Bajo Cauca. Hay disminución en extorsiones, en secuestro, han estado reduciendo los homicidios pero no al ritmo que necesitamos que disminuya»,
indica el mandatario.

Pérez añade que, aunque hay 4.761 soldados en esta región del departamento, los resultados no son positivos, pues las bandas criminales están incrementando su número de integrantes.

Leiderman manifiesta que las bandas deben ser combatidas donde se esconden y señaló al sector de Piamonte, en Cáceres, como la zona donde es necesario atacar “el nido de ratas”.

No obstante, su iniciativa principal es obtener la ayuda y el permiso del Gobierno Nacional para empezar un diálogo con los actores armados de la región que permita la paz en estos municipios.

“Queremos hablar con el Gobierno para buscar una paz en la región. Si no me lo dan, seguiré atacando a los bandidos con todo, pero espero que el Gobierno también quiera sentarse”, manifiesta.

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