Empieza mañana, a las 5 p. m., el XXII Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez. Está cumpliendo 21 años de rescatar el nombre de aquel músico bonaverense que murió en 1966, pero sobre todo de poner en escena el talento extraordinario de los músicos afrocolombianos: gracias a su labor habilidosa e incansable, que, edición tras edición, se ha vuelto fundamental para la cultura de Colombia, los cantos y los ritmos tradicionales de la región han tomado una fuerza inusitada y –luego de décadas de ser ignorados– han conseguido una presencia nacional con la que pocos contaban hace veinte años.
Se espera que el festival de este año, que será un homenaje al maestro Baudilio Cuama Rentería, una vez más crezca en audiencia: que cerca de 40.000 personas visiten la Ciudadela Petronio, en la unidad deportiva Alberto Galindo, de Cali, durante los seis días de presentaciones. Asimismo, que siga siendo el lugar en donde se dan a conocer grupos de primera como Bahía, Herencia de Timbiquí o Ancestros. Y que vuelva a ser el escenario en el que algunos de los más grandes talentos del país presenten sus nuevos y sus viejos trabajos: músicos tan brillantes como Guillermo Abadía Morales, Leonor González Mina, Antonio Armero, Francisco Zumaqué y Guillermo Carbó han protagonizado el festival desde hace ya varios años.
De eso se trata. De celebrar sin tregua, bajo la mirada de todas las familias del país, las tradiciones de esa región que se ha sobrepuesto una y mil veces gracias a la música.
Marimba, chirimía, bunde, currulao, abozao, juga… todos los ritmos del Pacífico podrán apreciarse una vez más en esta edición. Habrá también encuentros académicos, conversatorios, muestras de expresiones tradicionales, espacios lúdicos.
Y es seguro que no solo los vallecaucanos, sino todos los colombianos, se tomarán los auditorios y las calles de Cali para seguir dándoles su lugar a las voces y los ritmos y las formas de hablar que articulan la cultura del Pacífico. De eso se trata. De celebrar sin tregua, bajo la mirada de todas las familias del país, las tradiciones de esa región que se ha sobrepuesto una y mil veces gracias a la música.
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Las fotografías para este proyecto,busca preservar la cultura y formar identidad cultural, las empezó a captar en las ediciones 2015 y 2016 del Petronio Álvarez
Cortesía Festival Petronio Álvarez
