Inicio Colombia El plan para controlar los efectos de un nocivo caracol en Antioquia

El plan para controlar los efectos de un nocivo caracol en Antioquia

El caracol africano puede dejar efectos negativos en los cultivos y ecosistemas, además de ser un transmisor de vectores nocivos para la salud humana. Por esta razón, se reactivó la Mesa Interinstitucional para el Tratamiento del Caracol Africano (Mitca) en el Occidente antioqueño. Con la estrategia se busca que las personas tengan conocimiento del animal y protejan a otros nativos similares al africano que sean necesarios para los entornos de la zona.

Funcionarios de Corantioquia, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Departamento, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el Sena y las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria acordaron medidas de control de esta especie.

“No es la primera vez que se da la presencia del caracol africano en el departamento, no es una especie nativa, se reproduce de manera exponencial. Según los reportes de las diferentes instituciones, el caracol está en la mayoría de las subregiones de Antioquia. Hemos definido un protocolo para el manejo del caracol para que la comunidad no se altere pero que entienda que hay que tener un cuidado básico”, afirmó Ana Ligia Mora Martínez, directora general de Corantioquia.

En 20 municipios de los 80 que están en la jurisdicción de Corantioquia, hay presencia del caracol africano, especialmente en el Suroeste y el Occidente antioqueño.

El caracol africano consta de un cuerpo pardo fino, cuatro tentáculos, una concha con líneas longitudinales color crema, café y violeta. Puede medir hasta 20 centímetros de longitud y 8 de alto. Suele alimentarse de residuos de alimentos, cosechas, hojas en descomposición y heces, por esta razón, puede causar enfermedades respiratorias y cerebrales.

Según el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Antioquia Jairo Alexander Osorio Saraz, “se diferencia de un caracol normal porque tienen un solo color. Lo primero es hacer la identificación correcta del tipo de caracol. Lo segundo, es evitar el contacto directo con este, se recomienda el uso guantes, tapabocas y bolsas plásticas si el animal va a ser manipulado manualmente”. El funcionario añadió que es una de las 100 especies más invasivas del planeta.

Las entidades recomendaron a la comunidad reportar la presencia del caracol africano a las autoridades ambientales del territorio. La especie puede atacar humedales, plantaciones forestales y cultivos agrícolas.

Protocolo de manejo y disposición final

De acuerdo con las organizaciones, «la recolección debe ser realizada por adultos con medidas de protección como el uso de guantes y bolsas plásticas, tener los pies cubiertos y proteger las vías respiratorias, en lo posible con el uso de tapabocas. Es importante enseñar a los niños a reconocerlo y evitar el contacto con el caracol». 

1. Recoger manualmente los caracoles de todos los tamaños, incluso conchas de individuos muertos.

2. Introducirlos en un recipiente plástico, en una solución de agua con sal o cal, ¾ partes de agua y ¼ parte de sal o cal, verificando que los caracoles queden totalmente cubiertos con la solución.

3. Dejar sumergidos los caracoles durante 5 horas.

4. Abrir un orificio en la tierra, de 50 cm de profundidad, lejos de fuentes hídricas; depositar los caracoles aplastándolos o triturándolos a medida que se meten al hueco. Cubrirlos con tierra y agregar más cal 10 cm antes de cubrir completamente el hueco con más tierra.

5. Señalizar el hueco y evitar que otros animales desentierren los caracoles. El lugar no se podrá utilizar para siembra u otras actividades sino hasta 5 meses después de la disposición de los caracoles.

6. Lavar muy bien las manos y brazos con abundante agua y jabón; desechar los elementos de protección utilizados durante la recolección.

7. No se recomienda el uso de molusquicidas, dado que pueden afectar a las personas y animales de compañía; además de resultar costoso, no es un método efectivo.

MEDELLÍN