En las elecciones territoriales del 27 de octubre próximo, como hace cuatros años, los ciudadanos de la inspección de San Juan de Lozada, ubicada en un rincón selvático y de producción ganadera, entre tres departamentos del país, posiblemente tendrán, otra vez, la posibilidad de elegir alcalde de La Macarena y gobernador de Meta o alcalde de San Vicente del Caguán y gobernador de Caquetá.
Allí, la organización electoral instala ocho mesas, cuatro para quienes quieran votar por los candidatos de Meta y cuatro para los que quieran votar por los Caquetá, atendiendo las solicitudes de los habitantes que allí viven y en razón a la indefinición de los límites territoriales de los departamentos, situación que lleva más de 70 años, cuenta Guillermo Murillo, líder social en San Juan de Lozada.
No obstante, el proceso para definir los límites comenzó en 2009 por petición de las gobernaciones de Meta y Caquetá, ante mediación del Ministro del Interior de la época, cuando se solicitó al Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) que interviniera dadas las dudas generadas entre San Vicente del Caguán y la Macarena, por unos 5.000 kilómetros de terreno, alrededor de unos campos petroleros en el sector de Los Pozos.
Los hallazgos de hidrocarburos están ubicados en los sectores aledaños al nacimiento del Río Ajajú y la línea divisoria entre los ríos Caquetá y Guayabero. Tres años después de iniciado el proceso, en el 2012, al departamento de Guaviare lo vincularon al proceso orientado por una comisión de deslinde del IGAC.
Pero la división que se vive en San Juan de Lozada no es solo en las épocas electorales, Murillo, sostiene que los 9.000 habitantes, unos 2.000 en el centro poblado y el resto en el área rural, también tienen dificultades para la prestación del servicio de salud, porque la gobernación del Meta construyó y tiene al servicio un centro de salud, pero en Caquetá no quieren hacer convenios con entidades de su vecino departamento.
Lo más complicado es que para atenciones más complejas de salud los habitantes del pueblo tienen mayores facilidades para dirigirse a San Vicente del Caguán o Florencia, que a La Macarena o Villavicencio.
Para atenciones de salud los habitantes tienen mayores facilidades para dirigirse a San Vicente del Caguán o Florencia.
Guillermo Herrera/archivo CEET
Voluntad popular
El diferendo limítrofe también pasa por la voluntad por ganarse el aprecio de los habitantes de la población, el cual ha sido más acentuada por parte del Meta, que en los últimos diez años construyó un internado para 180 alumnos, el centro de salud, un polideportivo techado, unos sardineles, clausuró un basurero, construyó el acueducto y avanza en las obras de alcantarillado y una cancha sintética, sostiene Murillo.
Mientras que la gobernación de Caquetá, dice, “nos quita la fuerza política, no hace inversiones y entrega contratos de obritas dando unos ladrillos y que la comunidad ponga el cemento y la mano de obra”.
Nos quita la fuerza política, no hace inversiones y entrega contratos de obritas dando unos ladrillos y que la comunidad ponga el cemento y la mano de obra
El comerciante Carlos Forero sostiene que la gente de San Juan de Lozada se siente más ligada a Caquetá porque está más cerca y si hay un enfermo se desplaza a San Vicente del Caguán o Florencia.
Sin embargo, Forero dice que si construyen el puente del Guayabero y arregla la vía a La Julia (Uribe), facilitaría la comunicación por Mesetas, Granada y Villavicencio acercando más al Meta a los habitantes de esa población ganadera y productora de leche.
Algunas personas se sienten más ligadas a Caquetá porque está más cerca.
Guillermo Herrera/archivo CEET
Estrategia reservada
La comisión de deslinde del IGAC, acompañada por los delegados de los tres departamentos, concluyó el pasado 13 de diciembre la visita en el terreno y por vía área a los accidentes geográficos solicitados por los tres departamentos, con la expedición de un acta.
Desde entonces las tres entidades territoriales tienen tres meses para presentar el trazado de los límites de acuerdo con las pruebas recaudadas, los textos normativos y de tradición. El plazo se le venció a los tres departamentos este martes 12 de marzo.
En el caso del Meta, el secretario de Planeación, Juan Manuel Zapata, lo ha venido socializando con el alcalde y los concejales del municipio de La Macarena y con los diputados del departamento, pero a puerta cerrada.
En Guaviare el documento proyectado por el abogado Pedro Nel Pinzón, ya está listo para ser presentado y en el mismo se plantea la solución definitiva al diferendo limítrofe, expresó el profesional.
San Juan Lozada tiene apróximadamente 9.000 habitantes.
Hernando Herrera
En Caquetá el funcionario responsable dijo no estar autorizado por el gobernador para dar declaraciones a la prensa. En todo caso los funcionarios encargados del tema, en cada uno de los departamentos, no quieren dar detalles de los argumentos que exponen en sus documentos para no develar la estrategia defensiva de cada territorio.
Pinzón dijo que en el evento de los que los documentos coincidan, el IGAC podrá expedir, en tres meses, un acto administrativo determinando los límites, pero si hay desacuerdo, que es lo más probable, la comisión de deslinde tomará seis meses para redactarlo y enviarlo a la comisión de deslinde y amojonamiento del Congreso, que, a su vez, tendrá un año para resolverlo,
Y si al cabo de doce meses el Congreso no decide, entrará en vigencia el límite provisional que haya establecido el IGAC.
De manera que será poco probable que antes del 27 de octubre próximo se definan los límites y en consecuencias los habitantes de San Juan de Lozada podrán votar, otra vez, en las elecciones territoriales, por los candidatos de Meta o Caquetá.
NELSON ARDILA ARIAS
Corresponsal de EL TIEMPO
Villavicencio
Twitter: @nelard1
