El renacer del ‘aguacate de la paz’ en Montes de María

A mediados del siglo pasado en la región montemariana (norte de Bolívar) se sembraron las primeras plantas de aguacate antillano.

Pero su fin era secundario: su objetivo era convertirse en tupidas plantas que darían abrigo a los crecientes cultivos del prometedor café, que ya hacía historia en el exterior.

Pero poco a poco, los campesinos montemarianos se fueron enamorando de ese aguacate sabroso que entró a hacer parte de la dieta local e incluso se convirtió en producto apetecido en las plazas de mercado.
Lo llamaron el ‘oro verde’ y el cultivo de la planta se ganó un lugar en el corazón y paladar de la gente y se tomó el vasto territorio.

Pero en los años 90’s y comienzos de este siglo llegó la violencia, que como una mala hierba expulsó a miles de familias y por los plantíos del aguacate antillano corrieron ríos de sangre.

En medio de las balas de Farc, ‘paras’ y Ejército, a la misma planta le cayó un hongo y poco a poco fue diezmando su fertilidad.

Hoy, cuando se habla de posconflicto en la tierra de la hamaca grande, lo primero que piden los campesinos de la región es fortalecer la agricultura.

“¡Paz con hambre y pobreza no es real!”, gritó Eusebio Delgado, un campesino carmero, a las autoridades nacionales reunidas la semana pasada en la mesa por la vida, que presidió la Procuraduría General de la Nación, en el municipio del Carmen de Bolívar.

El Gobierno Departamental escuchó y por ello ha prometido a las comunidades campesinas que el aguacate antillano será uno de los productos que van a impulsar (cultivo y comercialización) como estrategia para alcanzar una paz estable y duradera.

“Con el aguacate antillano se busca darle un nuevo impulso al sector agrícola en la región, y para ello queremos hacer una transformación en pulpa y otros subproductos, y productos con valor agregado, para de esa manera exportarlo ultra congelado a mercados de Estados Unidos, Europa y Asia”, dijo el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay.

El proyecto ya tiene los primeros aliados. Se trata de la Asociación Nacional de Industriales quienes manifestaron al Gobierno Departamental el deseo de comercializar el producto.

“Empresarios del Magdalena también están interesados en hacer una inversión de compra y venta del aguacate antillano producido en la región montemariana, a través de un proyecto conjuntamente con la Gobernación de Bolívar y los agricultores y de esta manera exportar la mayor cantidad de aguacate sembrada en el territorio de los Montes de María”, dijo el gerente de la Andi Atlántico-Magdalena, Alberto Vives, socio estratégico del proyecto agrícola.

Impulso para el ‘aguacate de paz’

Es así como en el transcurso de la presente semana, el secretario de Agricultura de Bolívar, Danilo Contreras, liderará una mesa de trabajo con un grupo de campesinos de la región de Macayepo, en el Carmen de Bolívar, con fin de orientar las primeras capacitaciones.

“El aguacate de la especie antillana, o criollo, fue una economía que ya se vivió durante más de tres décadas y fue el sustento de miles de familias: mientras que en 2007 la región producía más de 40.000 toneladas al año; hoy se producen tan solo 22.000 toneladas al año”, le dijo este diario Contreras.

Así, entre los más importantes proyectos del agro en la región, la Gobernación de Bolívar impulsa el cultivo y exportación de aguacate antillano como una apuesta productiva para más de 2.200 familias.

Los campesinos de la alta montaña bolivarense ya le tiene escrito un memorial de agravios al Gobierno Nacional sobre la problemática del agro en la región, pues el gran impulso para este noble sueño bolivarense está en las manos del presidente Iván Duque y su Ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón, quien debe liderar ya las primeras mesas de trabajo en la región pensando en capacitación, buenas prácticas agrícolas y en la exportación del ‘oro verde’ o ‘el aguacate de la paz’, como ya le llaman las comunidades.

   
 JOHN MONTAÑO
Redactor de EL TIEMPO
Cartagena
En Twitter: @PilotodeCometas