La empresa Mineros Aluvial S.A.S devolverá 975 hectáreas de las ciénagas El Sapo y Hoyo Grande, ubicadas en el municipio de Nechí, Bajo Cauca antioqueño, y que están dentro de un título minero de su propiedad. La organización y la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) firmaron un acuerdo este martes 13 de junio con el fin de contribuir a la protección y uso racional de los recursos naturales de la región.
“Es histórico porque no es fácil que una empresa esté cediendo parte de sus títulos mineros para la conservación. El Bajo Cauca necesita que la comunidad recupere la confianza por el Estado, los habitantes están en una zona en donde todos los conflictos se han encontrado, tenemos los cultivos ilícitos, la extracción ilícita de minerales, la tala de árboles, tenemos todas las condiciones de deterioro ambiental y social”, afirmó Ana Ligia Mora, directora general de Corantioquia.
Una de la ciénagas, El Sapo, estaba contemplada en los contratos de concesión 6118 y 6335 de la empresa minera pero en octubre del 2017, Corantioquia declaró el territorio como área protegida, cuenta con más de 12.000 hectáreas de extensión y se ubica en la intersección de los ríos Nechí y Cauca, también es considerada fuente abastecedora de peces en la región y cuna de fauna y flora única de los bosques húmedos.
Las organizaciones pretenden aunar esfuerzos para conservar los ecosistemas del Bajo Cauca, proteger la biodiversidad y fomentar prácticas agrícolas de interés para la comunidad. Además, con el acuerdo se implementarán estrategias ambientales preventivas para incentivar el desarrollo sostenible del territorio.
Estas áreas protegidas tienen una gran riqueza en biodiversidad.
Cortesía Corantioquia
Según Santiago Cardona, vicepresidente de Mineros Aluvial S.A.S, “es un hito muy importante, hemos estado en la región durante 45 años, vemos una posibilidad de hacer alianzas en el real cuidado del medioambiente y el entorno en donde operamos, somos los primeros que estamos renunciando a actividades de extracción, el beneficio es netamente social y ambiental, no económico”.
Con el acuerdo de voluntades se busca que 200 habitantes de la región sean beneficiados. De acuerdo con Cardona, las familias de Nechí viven de los recursos naturales presentes en la zona, se dedican a labores como la piscicultura y la agricultura. La empresa minera ha sembrado 500.000 árboles en el Bajo Cauca para compensar los impactos generados por sus trabajos.
MEDELLÍN
