Un juez envió a la cárcel a Rubén Cantillo, un agente del CTI, adscrito a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la seccional Cartagena, que hurtó 24 kilos de cocaína que habían sido incautados por la Fiscalía.
Cantillo luego vendió parte de la droga a bandas dedicadas al narcotráfico.
El agente debe responder por los delitos de peculado por apropiación y tráfico, apropiación, fabricación y porte de estupefacientes.
La investigación inició cuando la Fiscalía descubrió el robo de gran parte de una droga incautada al narcotráfico y que se hallaba bajo protección de las autoridades en las bodegas de evidencias de la Unidad de Reacción Inmediata – URI en Cartagena (Bolívar), ubicadas en en el barrio Crespo.
“Uno de los hechos identificados en las indagaciones ocurrió el 14 de diciembre de 2017. En cadena de custodia quedaron 104 kilogramos de cocaína que fueron incautados en una operación, todos las bloques estaban embalados y como señal particular tenían el logo de una reconocida marca automotriz; sin embargo, 17 de ellos desaparecieron y 7 más fueron cambiados por paquetes que tenían una apariencia similar”, señaló la Fiscalía.
No obstante, en abril de 2018, en un procedimiento judicial liderado por la Dirección Especializada contra el Narcotráfico de la Fiscalía, fue capturado el cabecilla de una estructura criminal dedicada al tráfico de estupefacientes en Cartagena y en su poder los investigadores encontraron una panela de cocaína con la misma marquilla y características de la droga hurtada meses atrás en la sede de la Fiscalía.
La coincidencia permitió establecer un vínculo entre el delincuente detenido y un integrante del CTI, quien sustrajo ilegalmente 24 bloques de la cocaína incautada y de los cuales vendió 10 kilogramos al narcotraficante por 28 millones de pesos.
«La droga extraída irregularmente, al parecer, era vendida a organizaciones narcotraficantes», dice la Fiscalía.
El procesado es esposo de una fiscal en ejercicio de la ciudad.
Ante un juez de control de garantías, un fiscal de conocimiento le imputó los cargos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
La droga que este hombre hurtó, según la Fiscalía, estaban avaluada en 500 millones de pesos en el mercado negro internacional.
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