Son siete presos del patio ocho del Centro Penitenciario y Carcelario de San Isidro de Popayán, señalados de pertenecer al Eln, los que se cosieron la boca para protestar porque les negaron una solicitud de traslado.
Seis de los internos, quienes llevan cinco días en huelga de hambre, son de Norte de Santander y el otro es de Barranquilla. Dijeron que no se detendrían hasta que sus solicitudes sean atendidas. Tienen condenas altas que deberán cumplir en Popayán y que los mantendrá alejados de sus familias.
Ellos argumentan que el acercamiento familiar quedó previsto en el marco de un pacto entre el Gobierno Nacional y el grupo guerrillero cuando se declaró el cese al fuego bilateral.
La Fundación Comité de Solidaridad de los Presos Políticos, a través de una carta, pidió a los organismos defensores de derechos humanos intervenir en este caso y le exigió al Gobierno Nacional dar cumplimiento a los acuerdos pactados.
El director de la cárcel San Isidro, coronel Darío Balén Trujillo, informó que los manifestantes se encuentran en el área de sanidad bajo control médico y seguimiento permanente.
Aseguró además, que la solicitud de traslado será estudiada en Bogotá en una de las juntas de traslados, donde los funcionarios determinarán la viabilidad de esta petición.
