Inicio Colombia ¿En qué van los procesos de los edificios ‘enfermos’ en Medellín?

¿En qué van los procesos de los edificios ‘enfermos’ en Medellín?

“Nosotros no le compramos el apartamento a una constructora ‘de papel’. Era una que llevaba 50 años en el mercado y en una zona de estrato alto que no es zona de invasión y donde se supone que el Estado hace la respectiva vigilancia y que tenía todos los permisos. Por eso uno siente que no tiene la culpa, pero finalmente todo salió mal. La constructora se declaró en insolvencia y somos los propietarios los que quedamos con un problema que hasta ahora nadie nos responde”.

Así resume Diana Tobón, propietaria de un apartamento en Continental Towers y quien por las fallas estructurales de ese edificio, ubicado en El Poblado, ahora es presidenta del consejo de administración e integrante del comité jurídico que lidera la acción de grupo que busca que les respondan por las afectaciones, que ya van para 6 años.

No es la única. Space, Asensi, Altos de San Juan, Colores de Calasania, Altos del Lago, Bernavento, Edificio Babilonia, Edificio Kampala son otras edificaciones que han dado de qué hablar por falencias constructivas. Y aunque algunos ya fueron demolidos, otros repotenciados y varios más están en el limbo, todos tienen algo en común: el sufrimiento, la zozobra y el dolor de sus propietarios.

En Continental Towers siguen esperando que se defina la liquidación de los bienes de CDO para saber qué va a pasar con su futuro.

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Guillermo Ossa / Archivo EL TIEMPO

Asensi es otro de los edificios evacuados por riesgo de colapso.

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Guillermo Ossa / Archivo EL TIEMPO

Los 377 apartamentos de Colores de Calasania fueron devueltos a sus propietarios entre mayo del 2016 y junio del 2017.

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Guillermo Ossa / Archivo EL TIEMPO

El edificio Kampala está ubicado en el barrio La Pilarica, en Robledo. Tiene 12 pisos y tres sótanos

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Esneyder Gutiérrez. Archivo  EL TIEMPO

Así luce hoy el lugar donde estaba el edificio Space.

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Guillermo Ossa / Archivo EL TIEMPO

El edificio Babilonia de Itagüí está en proceso de demolición con equipos de última tecnología.

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Jaiver Nieto Álvarez /Archivo EL TIEMPO

Unidad residencial Altos de San Juan.

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Guillermo Ossa / Archivo EL TIEMPO

Implosión edificio Altos del Lago, ubicado en el municipio de Rionegro, oriente de Antioquia.

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Guillermo Ossa / Archivo EL TIEMPO

El edificio Bernavento fue sometido a implosíón. 

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Jaiver Nieto. Archivo EL TIEMPO

Han sido años difíciles, confiesa la mujer, quien también ha hablado con propietarios del edificio Bernavento (que cayó en junio de 2018) y de Altos del Lago (demolido el pasado 3 de mayo) y asegura que coinciden en algo: los diseños en los planos no cumplen las normas de sismorresistencia.

“Es ahí donde uno cuestiona. Una cosa es que el constructor engañe al Estado y presente bien los planos pero construya mal, pero aquí con una simple revisión de papel por parte de las curadurías o las direcciones de Planeación, esos edificios nunca se habrían podido construir o se hubieran construido bien”, cuenta la mujer con voz resignada. Añade que a la fecha el constructor sigue sin responderles a las 100 personas demandantes de 66 apartamentos afectados. Ni en la devolución del precio de los apartamentos o el pago de los auxilios.

La constructora se declaró en insolvencia y somos los propietarios los que quedamos con un problema que hasta ahora nadie nos responde

“En este momento se encuentra en liquidación y prácticamente los únicos activos que tienen son activos en Continental Towers y Asensi. Estamos en una etapa donde nos ofrecerían esos apartamentos como parte de pago pero aún no nos hemos pronunciado si los aceptamos o no”, indica Tobón.

Actualmente, hay un segundo proceso que se adelantó ante la Superintendencia de Industria y Comercios (SIC) en el que hubo fallo favorable y se le ordenó a la constructora CDO devolver el dinero a cambio de los apartamentos.

Para ella, ese proceso es muy importante porque les dice a los propietarios que no estaban obligados a recibir apartamentos ni reforzados ni mal construidos. “Aunque no valió de nada porque el fallo no lo cumplió la constructora, pero quitó la amenaza de repotenciación que siempre hubo”, dice la afectada, quien agrega que hay un tercer proceso, una acción de grupo que se adelanta ante el Juzgado 24 Administrativo de Medellín, donde están puestas todas las esperanzas para recuperar lo invertido.

Este proceso está en etapa probatoria y según ella, va bien. “Tenemos demandado al Municipio de Medellín principalmente, así como a la constructora, a la junta directiva, al calculista y todas las personas que con su acción u omisión generaron que pasara esta situación”, dice.

Este no es el único proceso que tiene involucrado a la alcaldía. Desde la municipalidad indicaron que hay 11 procesos: una acción de grupo en Bernavento, que está en periodo probatorio; seis en Space (tres acciones de nulidad, dos reparaciones directas y una acción de grupo), de los que ninguno se ha resuelto; dos en Continental Towers (reparación directa que está pendiente de audiencia inicial y acción de grupo que está en etapa probatoria); y dos en Asensi (reparación directa y acción de grupo, ambas pendientes de audiencia inicial).

Esto dice el gremio

¿Tiembla el sector constructor, ingenieril y arquitectónico con estos casos de edificios ‘enfermos’ en los últimos años? Desde la Sociedad de Arquitectos e Ingenieros (SAI) aseguran que hay una afectación a nivel reputacional, pero no solo en Antioquia, sino en todo el país.

“Si logramos tener un control de calidad en el interior de las oficinas, todo lo que de allí salga tiene que estar bien hecho, desde el punto de vista del diseño arquitectónico, el diseño urbanístico e ingenieril (estructural, eléctrico, biosanitario, de suelos)”, cuenta Martín Alonso Pérez, arquitecto de la SAI, quien asegura que no se debieron cometer esos errores constructivos, que son principios básicos del buen ejercicio de la profesión.

Prosiguió el experto, indicando que desde la entidad han encontrado una cadena de errores sobre control de calidad y rigor. Se busca que en el futuro no se dejen pasar anomalías y se hagan alertas pertinentes de sobre lo que se ha radicado y no cumple lo que la ley exige.

Hay que establecer un sistema de mando o control integrado de que todos los procesos se revisen más de una vez y utilizando diferentes métodos de evaluación. Un sistema que tenga controles internos

El ingeniero Enrique Posada, presidente de la SAI, por su parte, también reconoce que se están creando problemas de reputación ante estas dificultades.

Asegura, que han detectado problemas de complejidad, de tiempos estrechos, de presupuesto, de exceso de confianza, de falta de rigor, cadena de errores con elementos que desatan dicha cadena de errores.

“Hay que establecer un sistema de mando o control integrado de que todos los procesos se revisen más de una vez y utilizando diferentes métodos de evaluación. Un sistema que tenga controles internos. Estas situaciones se dan por un problema de crecimiento, nuestras urbes están creciendo a una altísima velocidad, lo que representa dificultades”, dice el experto.

Y agrega: “Nosotros podemos enseñar principios de rigor, de no tener excesos de confianza, de trabajar en equipo, de verificación, de cumplir la normativa para que estos problemas no sean una sintomatología continua y parar con estas malas prácticas”.

DAVID ALEJANDRO MERCADO PÉREZ
Redactor de EL TIEMPO
Medellín