Inicio Colombia EPM pide bajar nivel de alerta tras acabar presa de Hidroituango

EPM pide bajar nivel de alerta tras acabar presa de Hidroituango

No más ferris. No más caravanas controladas. No más encierro.

Eso significó, para los habitantes de Ituango, en el norte de Antioquia, la terminación de la presa del proyecto hidroeléctrico Ituango, que este viernes 19 de julio llegó a los 435 metros sobre el nivel del mar y quedó tal como estaba diseñada.

Esto permitirá que los vehículos hagan uso de la vía ubicada en la parte superior de la presa para conectarse desde Ituango a Medellín y viceversa. Situación que se dará en pocas semanas.

El resultado, una estructura de tipo enrocado con núcleo impermeabilizado (ECRD) con 225 metros de altura y 20 millones de metros cúbicos de volumen, cuya base de la estructura es de cerca de 1 kilómetro de extensión y la cresta de la presa, de 550 metros.

Fueron más de 5 años de trabajos, los cuales se intensificaron en abril del 2018 cuando comenzó la contingencia que aún no termina y que, según Jorge Londoño de la Cuesta, gerente general de EPM, aún faltan otros 30 meses arduos de trabajo.

Los vehículos podrán hacer uso de la vía ubicada en la parte superior de la presa para conectarse desde Ituango a Medellín y viceversa.

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Jaiver Nieto

La presa tiene una altura de 225 metros y 20 millones de metros cúbicos de volumen.

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Jaiver Nieto

La cota llegó este viernes a 435 metros, la altura final de la presa.

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Jaiver Nieto

El directivo aseguró que dicha emergencia se convirtió en un reto ingenieril que obligó a crear soluciones que no se habían visto en otra obra de infraestructura en el mundo.

«Una de esas es la pantalla bentonítica (o de concreto flexible) que con 500 metros de largo y más de 40 de profundidad, es única en el mundo. Con la terminación de esta presa prácticamente se disminuyen los riesgos para las comunidades aguas abajo», aseguró Londoño De la Cuesta.

Basado en eso, aseguró que le solicitará a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) que elimine la alerta roja en las poblaciones ubicadas en una mancha de 8.100 metros aguas abajo del proyecto y pasar a una alerta naranja, que les permita retornar a sus viviendas a unas 1.000 familias en Puerto Valdivia.

Se espera que esto ocurra en una o dos semanas.

El arduo trabajo

William Giraldo, vicepresidente de Generación de energía de EPM, recordó lo duro que fue llegar a la tan anhelada cota 435, antes y después de la contingencia.

«Fueron 65 meses de lucha (tiempo que duró la construcción de la presa). Las volquetas parecían hormigas arrieras o mulas cargueras dándole altura a la presa.
Pero llegó la contingencia y con ella el afán. Nos dimos cuenta que no íbamos a lograrlo y tocó desviar el agua por casa de máquinas lo que dañó el trabajo que allí había. Murieron los equipos, pero las personas aguas abajo seguían con vida», recordó Giraldo.

Hubo tergiversación en la información indicando que el material con el que se hizo el lleno prioritario era de menor calidad, cosa que no es cierto

Aseguró que la pantalla de concreto flexible, que se construyó desde septiembre del 2018 hasta comienzos del 2019, logró que las filtraciones pasaran de 40 a 8 litros por segundo, lo que catalogó como un logro soberbio y de talla mundial.

Algo que soportó John Maya Salazar, vicepresidente de Proyectos e Ingeniería de EPM, quien aseguró que no hubo diferencia, en cuanto a calidad, en la presa que se diseñó y la que se construyó con el lleno prioritario.

«Hubo tergiversación en la información indicando que el material con el que se hizo el lleno prioritario era de menor calidad, cosa que no es cierto. Ha soportado dos temporadas de lluvia, la última muy fuerte, y las mediciones han mostrado que la presa sigue estable. Eso es un parte de seguridad para las comunidades», expresó Maya.

La construcción de la presa comenzó a finales del 2011 y para el momento que se inició la contingencia se encontraba en la cota 385.

Para evitar una catástrofe, unas 1.300 personas trabajaron sin cesar (en tres turnos) para poder llevar esta obra a la cota 410, algo que se logró el 23 de mayo del año pasado. Con esto se garantizaba que cuando el embalse llegara a esa altura, fluyera por el vertedero.

Luego, casi un mes después, se llevó a la 418 m. s. n. m. , una altura que se mantuvo mientras se construía la pantalla de concreto plástico.

El riesgo que aún falta por paliar es el posible destaponamiento del túnel de desviación 2 o la galería auxiliar de desviación (GAD).

DAVID ALEJANDRO MERCADO
Enviado especial de EL TIEMPO
ITUANGO (ANTIOQUIA)