En el Alto de San Miguel, a 3.500 metros sobre el nivel del mar, en Caldas —sur del Valle de Aburrá— nace el río Medellín. A pesar su importancia para el principal afluente de la subregión, este municipio y la zona rural de La Estrella no formaban parte del sistema interconectado de alcantarillado de EPM.
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Esta situación hizo que el rió Aburrá – Medellín recibiera un fuerte impacto por las descargas de aguas residuales del sur de la ciudad, lo que llevó a que EPM y el Área Metropolitana buscaran algunas soluciones para descontaminar el afluente.
Y por esta razón, la empresa entregó esta semana las obras de la primera etapa del proyecto Interceptor Sur que tiene el objetivo de llevar las aguas residuales de los dos municipios al sistema de tratamiento de San Fernando, en Itagüí, donde la planta cuenta con suficiente capacidad para tratar el nuevo caudal.
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La nueva obra evita la contaminación de las quebradas La Mandalay, La Mansión, La Rápida, La Valeria, La Chuscala, Caño Fundadores y el río Medellín por aguas residuales que llegaban de los barrios Centenario parte baja, Mandalay, La Mansión, La Rivera, Acuarela, Felipe Echavarría N° 1 y 2, Juan XXIII, La Playita, Barrios Unidos, Los Cerezos, La Valeria, Olaya Herrera y La Inmaculada.
Seis quebradas de Caldas se vieron beneficiadas con la obra.
Más de 40.000 personas de estas comunidades se ven impactadas por el sistema que conduce las aguas a través de una tubería subterránea de 14 kilómetros de longitud. En la planta de San Fernando son tratadas y devueltas al río en condiciones óptimas de saneamiento; lo que brinda un ambiente más sano y la reducción de olores.
La primera fase del proyecto tuvo una inversión del 59.700 millones de pesos que fueron aportados por EPM y el Área Metropolitana. «Es una tubería inmensa que recoge todas las aguas residuales de 44 descargas que se vertían directamente en quebradas y el río», explicó Eugenia Ángel, directora (e) de proyectos de EPM.
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Actualmente, la empresa de servicios públicos trata el 90 por ciento de los vertimientos de sus usuarios en el Valle de Aburrá.
«Venimos trabajando en un proceso de saneamiento en las últimas 5 décadas. Lo que hemos venido haciendo es la recolección de las aguas residuales a nuestras plantas principales en San Fernando y Aguas Claras«, apuntó León Yepes, gerente de Aguas residuales.
Se espera que para el primer semestre de 2024 inicien las labores de la segunda fase del interceptor hasta el sector de Ancón Sur, entre Caldas y La Estrella.
El proyecto se encuentra en fase precontractual y tendrá una inversión de 162.100 millones de pesos priorizados por EPM. Su construcción finalizará en el 2026.
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La nueva fase se conectarán a la red de saneamiento los barrios La Inmaculada, La Raya, El Porvenir, Bellavista, Vereda El Cano, La Aguacatala, en Caldas. Mientras que En La Estrella son La Tablaza (Bellos Aires, Barrios Unidos, Calle Vieja), Pueblo Viejo (La Inmaculada I y II, Sierra Morena, Juan XXIII) y Pueblo Viejo (Altos de Los Ospina, Los Chanos, Campo Alegre, Ancón Sur) para un total de 110.000 personas beneficiadas.
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