Inicio Colombia Esta es la obra que tiene preocupados a los comerciantes de Medellín

Esta es la obra que tiene preocupados a los comerciantes de Medellín

Un conjunto de comerciantes del sector de Guayaquil, en el centro de la ciudad, dijo sentirse preocupado por la construcción de una ciclorruta a lo largo de la calle Maturín. El argumento es que la obra causará millonarias pérdidas y afectará la actividad comercial del sector.

Los trabajos del conector Maturín hacen parte del Plan Integral del Centro de Medellín, estrategia de la Alcaldía para revitalizar la infraestructura de esa zona de la ciudad. Según datos de la Empresa de Desarrollo Urbano, este conector abarcará el tramo de la calle 46, iniciando en la carrera 52 (Bolívar), hasta la carrera 57 (Ferrocarril).

El objetivo consiste en mejorar el espacio público para los transeúntes, aumentando las zonas verdes e instalando más mobiliario urbano (bancas, sillas, cestos, entre otros).

En datos concretos, los diseños contemplan una ciclorruta de 2,5 metros, que dejaría a la calle con un ancho de 6,75 metros. Esto significa que el espacio vial, que hoy ocupa un 47,4 por ciento del ancho total del corredor, pasaría a ocupar un 33 por ciento después de la intervención.

La obra será construida sobre la calle 46, entre las carrera Bolívar y la avenida Ferrocarril

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Este es el diagnóstico de la Empresa de Desarrollo Urbano sobre el actual estado de la calle

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En la proyección de la obra, la cicloruta iría por el costado norte de la vía, reduciendo el espacio para la circulación de los vehículos

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Nosotros sentimos que no estamos siendo escuchados. Además, nos preocupa que no nos expliquen, con información técnica y detallada, por qué para ellos es más viable hacer la obra por el costado norte. Los 95 puestos de comercio informal ya son una barrera física que impide la circulación de nosotros y de los peatones, una ciclorruta por allí sería agravar el problema”, denunció Daniel Manzano, director ejecutivo de Asoguayaquil, principal gremio de los comerciantes del sector.

La posición de los comerciantes se centra en cuatro puntos principales. Primero, que la obra obstruiría la única salida hacia el oriente de la ciudad. Segundo, que la orientación actual que concibe el proyecto de la ciclorruta sería por el costado norte, lo que obstaculizaría el cargue y descargue de mercancías. Tercero, la experiencia de obras como la Galería Bolívar, los conectores Alhambra y Amador, y la ciclorruta de Palacé. Por último, afirmaron que llevan más de año y medio intentando conciliar con las diferentes dependencias de la Alcaldía, las cuales no han tenido en cuenta sus preocupaciones.

Nosotros hemos sido muy reiterativos en nuestra posición y siempre hemos estado abiertos al diálogo

“Maturín es la única calle con tres carriles vehiculares que nos comunica con el oriente y si le reducen su espacio, será muy difícil que los carros lleguen. Aquí tenemos tres personas que murieron por esa razón. Una señora que fue arollada por un bus por estar caminando por la calle, otra persona que sufrió un infarto en el edificio Nuevo Guayaquil y otra que murió en el centro comercial Singapur. En todos esos casos la asistencia médica tardó mucho en llegar y lo mismo ocurre cuando necesitamos los bomberos”, aseguró Manzano.

Frente a la polémica sobre el costado de la calle que será usado para la obra, la agremiación redactó el pasado 15 de enero un derecho de petición en donde explicó cómo durante 40 años, Maturín ha sido un corredor de logística fundamental para decenas de centros comerciales, bodegas y locales.

«Las cuatro bahías ubicadas sobre el costado sur, bajos de la línea B, viaducto del metro, son utilizadas para el cargue y descargue de camiones entre 6 y 20 toneladas. El costado norte es utilizado por vehículos particulares y taxis para cargue y descargue de mercancías y pasajeros, además sirve como corredor para transportar mercancías en carretas hacia los diferentes locales y centros comerciales del sector», precisó el documento.

En cuanto al impacto de las intervenciones urbanas pasadas, los comerciantes sostuvieron que las consecuencias de obras como la Galería Bolívar y los conectores de Amador y Alhambra redujeron en un 70 por ciento la capacidad logística para cargar y descargar mercancías en esas zonas, según cálculan ellos en investigaciones autónomas.

“Nosotros hemos sido muy reiterativos en nuestra posición y siempre hemos estado abiertos al diálogo. No nos oponemos a la ciclorruta en sí misma. Nos oponemos a que la construyan en el costado norte. La obra debe tener unas condiciones que no nos perjudiquen a nosotros los comerciantes, que somos los que hemos estado aquí por más de 40 años”, agregó.

El pasado primero de febrero pasado, el concejal Ricardo Yepes, vicepresidente primero del Concejo, escribió una carta al alcalde Federico Guitiérrez para que concilie con los comerciantes. “(…) el desarrollo de una cilorruta en este sector (…) reduciría de tres a dos carriles el paso (…) haciendo las operaciones de carga y descarga muy difíciles para los locales comerciales”, expresa.

Hasta el cierre de esta edición se buscó obtener la versión de los funcionarios de la Alcaldía de Medellín, quienes no se pronunciaron al respecto.

JACOBO BETANCUR PELÁEZ
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN
Twitter: @JacoboBetancur