La fundación alemana Hoffnungs Träger y la cooperativa Coop – Emprender adquirieron oficialmente un predio, en la vereda Santa Lucía, de Ituango (Norte de Antioquia), para promover proyectos productivos de exguerrilleros que dejaron las armas y están en proceso de reincorporación a la vida civil.
Unos 120 excombatientes serán beneficiados con este predio, antes propiedad de un privado y que es aledaño al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Ituango, donde ellos están desde hace varios meses.
La Confraternidad Carcelaria de Colombia fue la encargada de gestionar la compra del predio, luego de conocer a algunos exintegrantes de las antiguas Farc en la cárcel de Bellavista. Para el año 2015, cuando estaban en marcha los diálogos de paz, Jhon Taborda, hoy líder del ETCR de Ituango, era uno de quienes estaban recluidos en el patio 16 de este centro penitenciario.
Después, tras salir de prisión hacia la anterior zona veredal de transición de Ituango, una de las muchas del país en las que inicialmente se agruparon los excombatientes, Taborda se vinculó más con la Confraternidad y comenzaron a desarrollar actividades en la comunidad, sobre todo, para romper las barreras de la desconfianza y el temor y dar paso a la reconciliación.
Pintaron fachadas de las viviendas de los habitantes, construyeron el techo del patio de la escuela y ayudaron en otras obras de mejoramiento de la vereda, con líderes de la zona, mujeres y niños.
Así, fue posible establecer lazos y lograron que la gente los acogiera y apoyara su proceso de reincorporación. Y pronto se dieron cuenta de la necesidad de trabajar la tierra para poder encontrar una forma de sustento.
“Entonces fue cuando se presentó el proyecto de la compra de una finca para que ellos pudieran desarrollar los proyectos agrícolas; presentamos la propuesta a la fundación alemana Hoffnungs Träger y a ellos les pareció muy buena la iniciativa. La idea no es regalarles la tierra, ellos tienen un tiempo para pagarla, pero de una manera cómoda”, indicó Lácides Hernández, presidente ejecutivo de la Confraternidad Carcelaria de Colombia.
Es decir, la fundación alemana compra la tierra, se la entrega a la cooperativa (a la que pertenecen los excombatientes) y estos la irán pagando por cuotas en los próximos 15 años.
Para que esto fuera posible, también hubo articulación de otras entidades como la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y el Diálogo Intereclesial por la Paz (Dipaz).
La idea no es regalarles la tierra, ellos tienen un tiempo para pagarla, pero de una manera cómoda
En este predio, los excombatientes y sus familias podrán fortalecer cultivos y un proyecto de ganadería, en el que han invertido gran parte de los recursos que el Gobierno le ha dado.
“La idea es que con las utilidades que este proyecto les dé, ellos van a ir adquiriendo poco a poco la tierra. Este proyecto va a durar 15 años, donde van a poder pagar cómodamente el mismo valor de la tierra, es decir que la tierra no se va a valorizar”, agregó Hernández. En el lugar también piensan generar iniciativas de piscicultura y agricultura.
Para Taborda, tener esta tierra es fundamental en su camino hacia la vida civil y para demostrar que los excombatientes que dejaron las armas están comprometidos con el desarrollo de estrategias para el beneficio y crecimiento de las comunidades.
“Este apoyo ha sido de gran importancia porque no solamente nos ha permitido
avanzar en acciones concretas de reincorporación en Ituango, sino que también nos ha permitido fortalecer el proceso de reincorporación colectiva y económica, así que eso lo celebramos, y valoramos este apoyo hacia nuestro proceso de paz”, puntualizó el excombatiente.
MEDELLÍN
