Inicio Colombia Guerra entre armados agudiza el desplazamiento forzado en el Catatumbo

Guerra entre armados agudiza el desplazamiento forzado en el Catatumbo

Los enfrentamientos registrados en la última semana, entre el Eln y Los Pelusos, tiene inmerso al departamento de Norte de Santander en una grave crisis humanitaria por cuenta de la estela de desplazados que este conflicto ha desatado, principalmente en el municipio de Hacarí.

Esta dramática diáspora de campesinos, que habitaban los corregimientos de Juntas y Mesitas, de esta localidad, a 222 kilómetros de Cúcuta, empezó el pasado viernes 2 de octubre, cuando en esa zona rural retumbaban con intensidad las explosiones y las ráfagas de disparos de esta guerra por el control del narcotráfico.

Los violentos choques cobraron la vida de un integrante de estas organizaciones armadas y otros tres resultaron heridos.

Para esa fecha, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) reportó un evento de desplazamiento masivo de más de 400 personas, entre ellas 100 niños, que salieron en busca de refugio hacia la cabecera urbana.

Aunque la Policía y el Ejército Nacional anunciaron un despliegue de unidades para recuperar la tranquilidad de esta zona, estos enfrentamientos se agravaron durante el fin de semana y empujaron a más campesinos a engrosar las filas de este desarraigo, que ya suman más de 900 habitantes, entre ellos hay 400 menores de edad.

“Los desplazados siguen albergados en la antigua sede de colegio San Miguel y algunos más en casa de conocidos y familiares, pero sus condiciones siguen siendo precarias por el hacinamiento y la falta de recursos de la administración municipal para entender esta emergencia. La Alcaldía manifiesta no cuenta con los recursos para dar respuesta a la situación humanitaria”, indicó Naciones Unidas a través de un nuevo informe.

Este organismo internacional también denunció que las clases se encuentran suspendidas en un total de 17 veredas, lo que configura una vulneración de los derechos a la educación y a la seguridad alimentaria de la población infantil.

Actualmente, una unidad del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) fue trasladada a este sector del Catatumbo para apoyar el proceso de evaluación y vigilancia nutricional a niños y a mujeres lactantes y gestantes.

Hacarí, en urgencia manifiesta por los desplazados

La administración municipal adecuó un refugio temporal en las instalaciones del colegio San Miguel.

Foto:

Cortesía de la Defensoría del Pueblo

El municipio de Hacarí, con más de 10.000 habitantes, es una de las poblaciones de Norte de Santander que más ha sufrido los embates del conflicto armado. Su economía, gravemente debilitada por esta situación de orden público, se basa en la agricultura para la supervivencia y en los cultivos de uso ilícito.

A este panorama desolador se suma el reto de atender a esta población desplazada, que, de acuerdo con la administración municipal, ya rebasó la capacidad de las arcas públicas.

“Esta problemática es una de las más graves que hemos enfrentado, siendo una de las localidades más pobres del departamento. Nos tocó declarar la emergencia manifiesta y gracias a la Iglesia Católica se han realizado campañas para recaudar ayudas a estos afectados”, indicó Milciades Pinzón, alcalde de Hacarí.

CÚCUTA