Cuatro caseríos del municipio de Hacarí, en Norte de Santander, amanecieron este viernes completamente desolados. El fuego cruzado que desde hace más de 24 horas mantiene la guerrilla del Eln y la disidencia del Epl, más conocida como Los Pelusos, empujó a esta población rural a abandonar sus hogares y arribar al casco urbano en busca de refugio.
De acuerdo con las autoridades, cerca de 400 campesinos de las veredas de Limoncitos, El Brillante, La Estación y La Esperanza, pertenecientes al corregimiento de Mecitas, se encuentran desplazados y fueron ubicados en un albergue temporal, que se acondicionó en una escuela de esta localidad.
Estos combates dejaron una persona muerta y dos más heridas, que fueron trasladadas al hospital de Ocaña. Se tratarían, al parecer, de milicianos de estas estructuras armadas.
“La situación es bastante angustiante, sobre todo para la población civil. Estos hechos atrasan el desarrollo de un municipio tan olvidado como Hacarí. Ya se está coordinando el ingreso de una comisión humanitaria, porque se hablan de muertes y heridos. Esperamos la llegada de más desplazados en las próximas horas”, indicó Milciades Pinzón Pinzón, alcalde de Hacarí.
El recrudecimiento de esta disputa por la droga y el territorio desata un clima de miedo y preocupación a ocho días de que el Gobierno Nacional activara la Fuerza de Despliegue Rápido N°3 con más de 5.000 hombres, dispuestos a recuperar la tranquilidad y el orden en esta zona fronteriza con Venezuela.
A principios de octubre, Naciones Unidas reportó la salida de 200 personas de la zona rural de San Calixto (Norte de Santander), luego de que se hallara los cuerpos sin vida de dos jóvenes, acribillados por el Eln.
Debido a este conflicto armado, Norte de Santander se ha convertido en la región del país con más eventos de desplazamiento masivo. En lo corrido de este año, se han presentado más de 35 episodios de esta naturaleza.
CÚCUTA
