Los tres puentes internacionales de Norte de Santander, que comunican a Colombia con Venezuela, amanecieron este jueves con un clima de desolación debido al cierre de frontera decretado por el Gobierno Nacional para evitar alteraciones del orden público durante los comicios del próximo domingo.
A pesar de este bloqueo, cientos de vendedores ambulantes que suelen ofrecer en este territorio binacional sus productos a los migrantes provenientes del vecino país, llegaron al sector de La Parada, en Villa del Rosario (Norte de Santander), aferrados a la ilusión de mantener el ritmo de ventas mientras se normaliza el paso peatonal por estos corredores limítrofes.
Las escenas que uno ve a diario son como la mía, colombianos retornados huyendo que llegan al país con la esperanza de una mejor vida
Asimismo, estos trabajadores informales se preparan para las elecciones presidenciales que se avecinan, con la conformación de una tendencia electoral marcada por el sueño de un cambio en esta línea divisoria por donde diariamente pasan cerca de 35.000 personas, sumidas en una condición humanitaria atravesada por el hambre y la carencia.
Rosalba Martínez es una vendedora de bebidas refrescantes que trabajó durante 20 años en una empresa de mensajería en Venezuela. La crisis humanitaria y la debacle del bolívar la empujaron a abandonar su hogar y a dedicarse en su país de origen al rebusque como una fuente de ingresos.
“Muchos de los que estamos trabajando hoy, soñamos con una frontera distinta. Las escenas que uno ve a diario son como la mía, colombianos retornados huyendo del gobierno de Nicolás Maduro y llegan al país con la esperanza de una mejor vida. Por eso tenemos las ilusiones puestas sobre el cambio de gobierno, que traiga cosas positivas como podría ser una reapertura fronteriza”, precisó esta nortesantandereana de 45 años.
Esta posición es compartida por los dirigentes de los municipios fronterizos, quienes aseguran que la crisis humanitaria a lo largo de los 2.200 kilómetros de línea divisoria entre los dos países tenderá a agravarse en los próximos meses.
“Se ha visto un éxodo masivo en los últimos días. Mucha gente saliendo y entrando, en busca de alimentos y medicamentos. Es importante que el otro gobierno llegue con propuestas y ayudas a este territorio, donde se siente el impacto de la mala situación por la que atraviesa la nación vecina”, aseguró Pepe Ruiz, alcalde de Villa del Rosario.
De acuerdo con Migración Colombia, el flujo migratorio para esta semana se proyectaba con un pico de 70.000 personas ingresando al territorio nacional. Este incremento en los ingresos se debe a esta restricción fronteriza, que se extenderá hasta las 6 de la mañana del próximo lunes.
Más de 1.000 niños se quedaron sin clases por el cierre
Entre jueves y viernes, cerca de 1.000 niños residentes en población limítrofes de Venezuela, no podrán asistir a clases debido al cierre de frontera que decretó Colombia.
De acuerdo con las autoridades de Norte de Santander, el transporte binacional, que moviliza a estos estudiantes desde San Antonio y Ureña, en el estado fronterizo del Táchira, hasta el área metropolitana de Cúcuta, permanecerá suspendido hasta después de elecciones.
“En razón al cierre de frontera, no hay transporte escolar para traer los estudiantes residentes en Venezuela, el día de hoy y mañana”, aclaró la Secretaría Departamental de Educación.
CÚCUTA
